A las 5.45 minutos de la tarde de este viernes, un ruido similar a una tronadura minera sorprendió a los ovallinos y a buena parte de la provincia del Limarí. Inmediatamente en redes sociales se comenzaron a tener algunas hipótesis sobre lo que podría haber causado tal estruendo.
Telefonía y grupos de whatsapp daban cuenta de la magnitud del ruido: Huamalata, Sotaquí, Monte Patria, El Palqui, incluso en Vicuña reportaron la “explosión”, que hasta habría sacudido el polvo de algunas paredes en Sotaquí.
Sin versiones oficiales al respecto, las faenas mineras quedaban bajo la lupa de vecinos de toda la provincia. Pero al dar cuenta del alcance de la onda expansiva, se descartaba que fuera una detonación en algún punto de la provincia.
Una publicación en twitter explicaba que el fenómeno había ocurrido cuando dos F16 de la Fuerza Aérea Chilena que viajaban desde Santiago a la base de Cerro Moreno en Antofagasta habrían roto la barrera del sonido sobre los cielos de Vicuña. Muchos compartieron la publicación, incluso algunos medios de comunicación la dieron por cierta. El detalle: era una publicación del 25 de marzo.
Si bien algunas teorías sobre explosiones solares y ondas de radiación se colocaban sobre la mesa, tampoco explicaban por qué esos fenómenos de magnitudes astronómicas se escucharían solamente en Limarí y no en el resto del país.
Pasadas las 21.00 horas la ONG Red Geocientífica de Chile intentaba en sus redes sociales zanjar el tema, explicando que el origen del estruendo se debió al paso de “aviones militares argentinos IA-63 provenientes de Córdoba y que tuvieron su giro para posterior aproximación hacia la pista 17L del Aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez, por la provincia de Limarí hacia Santiago”, versión que no fue confirmada ni rechazada por la cuenta oficial de la Fuerza Aérea Chilena, de la que se esperaba algún tipo de pronunciamiento.
En tanto la Delegación Presidencial Provincial del Limarí informó que solicitó a la Onemi que ofreciera luces sobre el suceso, advirtiendo que estaban monitoreando la situación, aunque al cierre de esta edición todavía no se obtenía una respuesta clara sobre el origen del ruido y su correspondiente onda expansiva.
