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El Ovallino
Apoyado en los modernos equipos del Hospital de Ovalle, el ex alumno del colegio San Viator operó esta semana un quiste en el hígado de una paciente con la técnica de laparoscopía mini invasiva, más segura y con mejores resultados. “Médicos jóvenes en formación sin duda van a llegar a hacer esto y mucho más”, estimó.

Roberto Rivas Suárez / Ovalle

 

Si bien está trazada una importante ruta hacia el modernismo médico en Ovalle, siempre se deben aportar esfuerzos para abonar el camino y lograr llegar a la meta con éxito.

En ese sentido apunta el aporte que entregó con su colaboración el reconocido galeno ovallino radicado en Santiago, Nicolás Jarufe, Cirujano Digestivo con una especialidad en Birmingham, Inglaterra, quien la mañana de este viernes dirigió una operación de tres horas en el recinto de salud local y compartió experiencias con los médicos ovallinos.

La operación fue realizada a una paciente que presentaba un quiste de gran tamaño en el hígado, tan grande que se le podía palpar y producía mucho dolor. La mujer tenía bastante tiempo esperando solución de su quiste.

Explicó ex alumno del Colegio San Viator que en las zonas rurales es muy frecuente –aunque cada vez en menos proporción desde hace al menos una década- registrar pacientes con hidatidosis hepática, que son unos quistes de parásitos transmitidos por los perros domésticos, los que tras una serie de factores como la ingesta de vísceras de ganado pueden desarrollar larvas que al final se pueden alojar en el ser humano.

“Estos casos eran muy frecuentes hace muchos años, ahora no tanto aunque todavía se ven, ya que con mejores condiciones de higiene y desparasitando a los animales se ha podido controlar la incidencia de estos quistes. Pero son situaciones en las que si no se operan, crecen a grandes tamaños y pueden traer graves complicaciones”, refirió Jarufe a El Ovallino.

 

En el quirófano

 

Recordó el especialista que este tipo de cirugía siempre se hizo de manera tradicional, abierta, con una gran incisión en el abdomen, siendo muy invasiva y de una recuperación muy lenta.

“Ahora lo estamos haciendo por vía mini invasiva, por laparoscopía, que es básicamente una cámara en el ombligo y tres pinzas de trabajo y a través de orificios muy pequeños estamos haciendo la misma cirugía pero sin la incisión de antes, y con mejores resultados, porque el paciente se va antes a su casa en menos tiempo y la recuperación y su vuelta a la normalidad es más rápida”.

Explicó que antes el paciente necesitaba de siete a diez días de recuperación en el hospital y unos 30 días para regresar a sus actividades, mientras que ahora en dos días puede ser dado de alta y en una semana puede retomar su vida habitual, con menos dolor, menos cicatrices y menos posibilidades de una infección.

 

El camino abierto

 

Explicó que este tipo de cirugías en Ovalle todavía no se están haciendo de manera tan recurrente porque es una intervención de una sub especialidad, no del cirujano general.

“En Santiago hemos desarrollado una experiencia importante no solamente con este tipo de quistes, que en la capital son poco frecuentes, pero sí con cirugías de cáncer y tumores de hígado y páncreas, los hacemos la mayoría, por esta vía mini invasiva”.

Destacó eso sí, que el Hospital nuevo de Ovalle tiene bastantes condiciones para hacer este tipo de intervenciones.

“Cuando me llamaban para operar en el hospital viejo, yo traía mi propio instrumental. Pero ahora el Hospital Nuevo tiene todas las condiciones: torres de laparoscopía, equipos con visión 4K,  con una pantalla de muy alta definición, que permite incluso grabar la cirugía, y cuenta con todos los instrumentos modernos. Lo que falta es gente entrenada. Hay gente muy buena, jóvenes que están en formación quienes sin duda van a llegar a hacer esto y mucho más, pero esto requiere de un proceso de entrenamiento, de experiencia, de formarse fuera, y luego reenamorarse de Ovalle y volver”.

Consultado sobre cómo hacer de las operaciones laparoscópicas, una práctica más habitual, Jarufe no duda en afirmar que más que lo netamente instrumental, se requiere del equipo humano.

“Si hay un modelo atractivo para que los sub especialistas lleguen a Ovalle y se queden, se va a hacer de rutina, cómo ha ocurrido en otros centros. Los que están acá son jóvenes valiosos, que tienen que salir, hacer la subespecialidad y volver”.

 

Compartiendo

 

Señaló Jarufe que luego de la operación pudo reunirse en una sala donde revisó la intervención junto con los cirujanos del recinto, con alumnos de medicina, internos y becados, analizando el video completo y convirtiendo esa instancia en una clase magistral.

“Repasando el video pude detallar los pasos técnicos, y pudimos responder a sus dudas, además que discutimos casos de otros pacientes del Hospital, compartiendo opiniones sobre sus condiciones”.

 

La relación

 

El hecho de que Jarufe regrese a su ciudad natal para participar de este tipo de jornadas no es nuevo ni casual.

“Acá en Ovalle me conocen, obvio porque soy ovallino, además he venido muchas veces. Tengo una relación de amistad con uno de los doctores más experimentados de la ciudad, Freddy Tapia, y con el jefe de cirugía, Hugo Martínez. Y ellos saben que pueden contar conmigo”

En lo familiar señaló que para él es un grato placer regresar a su terruño y ofrecer su experiencia.

“Además aprovecho de saludar a mi padre, a mis tíos, a mi familia y amigos. Me gusta venir, para mí no es ningún sacrificio, yo no recibo ni un peso pero vengo feliz, porque uno tiene que devolver lo que te ha entregado tu ciudad y ayudar a la gente que lo necesita, así que yo por eso me doy por pagado”, puntualizó

 

 

 

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