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Las activistas de esta agrupación ovallina invitan a todos los interesados en aportar a esta causa, a que se hagan socios aportando desde $1.000 mensuales o participen en su campaña de recaudación, aportando a la cuenta 13370938266 (chequera electrónica) del Banco Estado.

 

Por Romina Onel / Ovalle 

 

Hasta el Diario El Ovallino llegó el caso de la fundación ovallina “Salva un amigo”, que tiene como objetivo rescatar a perros y gatos sin hogar, mientras se les encuentra una familia amorosa que desee adoptarlos y pueda brindarles los cuidados necesarios.

En esta cruzada llevan trabajando más de 15 años, pero últimamente el camino se les ha puesto cuesta arriba, ya que están a punto de quedarse sin alimento para sus protegidos.

Con respecto a esto, la secretaria de la fundación, Elizabeth Asencio, advirtió que “estamos con un déficit de alimento tremendo y aunque los estudiantes y funcionarios del Instituto CFT Estatal de la Región de Coquimbo están levantando una campaña comunicacional para ayudarnos con recursos, necesitamos apoyo para difundirla y así poder recaudar más fondos y alimentos”.

Ahondando en esta situación, Asencio puntualizó que “actualmente tenemos a nuestro cargo más de 80 perros, una nueva camada de cachorros y varios gatos, y aunque ya no tenemos cupo, seguimos recibiendo animales, porque la situación así lo requiere, pero se nos hace cada vez más difícil”. 

Cabe agregar que todos los interesados en aportar a esta causa, pueden seguir a la fundación “Salva un amigo” a través de Facebook y hacerse socios aportando desde $1.000 mensuales, también pueden participar en esta campaña particular, transfiriendo a la cuenta 13370938266 (chequera electrónica) del Banco Estado o pueden donar alimento para perros o gatos, los que pueden dejar en el Cendyr Municipal de Ovalle, al costado del Estadio Diaguita.

 

BÚSQUEDA DE FINANCIAMIENTO

 

Con respecto a la forma en que obtienen financiamiento, Asencio señaló que “hemos hecho muchas rifas, bingos y campañas, pero no logramos estabilizarnos, porque además de la alimentación tenemos que incurrir en gastos veterinarios, porque muchos de los perros que recogemos necesitan operaciones porque están enfermos o fueron atropellados”.

“Necesitamos más apoyo, porque estamos en números negativos y aunque las veterinarias nos abren cuentas, solo podemos pagarlas con las donaciones que recibimos, y la verdad es que necesitamos más apoyo del Estado y de la municipalidad”, afirmó la secretaria.

Según la activista otra cosa que ha influido en la actual situación económica de la fundación es que “tenemos socios que nos aportaban, pero hoy no pueden, porque han perdido sus trabajos o han pasado otras cosas y aunque seguimos recibiendo algunas donaciones, nunca es suficiente, porque a la gente se le hizo costumbre que las fundaciones nos hagamos cargo y para nosotros es imposible ignorar a un animal que sufre”.

Otra variante que Asencio cree que les juega en contra es que “como aún no somos tan conocidos no tenemos tantos seguidores que puedan ayudarnos”.

 

UN POCO DE HISTORIA

 

Por su parte, la fundadora y presidenta de la fundación “Salva un amigo”, Edith Toledo relató que todo este trabajo comenzó hace 17 años, cuando llegó a Ovalle.

“Yo venía desde Calama y empecé a rescatar perritos, pero en esos años no existían tantas fundaciones como ahora, por lo que al principio nos organizamos con un grupo de 8 amigas para rescatar perros”, recordó la presidenta.

Toledo también aseguró que “como en ese tiempo no existía un refugio, estuvimos alrededor de 3 años manteniendo a los perros en nuestras casas, hasta que los esterilizamos y les encontramos un hogar”.

Al tiempo después la entonces alcaldesa Marta Lobos les prestó un espacio en el Cendyr Municipal de Ovalle, donde empezaron su refugio con 8 perros que provenían del canil municipal de Los Peñones, de acuerdo a lo señalado por Toledo.

La fundadora también detalló que “el anterior alcalde, Claudio Rentería le pidió un terreno a Bienes Nacionales, que nos cedieron el año antepasado y que queda atrás de donde está la fundación Cachupines sin Hogar actualmente, en Recoleta”.

Debido a esto, la activista recalcó que “nosotros le pedimos al actual alcalde que termine con el cierre del refugio para poder trasladarnos antes de invierno, porque nosotros ya tenemos 12 perros en ese lugar y el Cendyr no es lo más adecuado, porque el espacio es pequeño”.

 

 

 

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