• Sebastián y su familia han dado la pelea desde que fuera descubierta la enfermedad, el año 2015.
Sebastián Silva Araya (17) está ad portas de someterse a un trasplante de médula que le permitiría ganarle a esta enfermedad. Su familia quiso exponer el caso para evidencias las dificultades que enfrenta la clase media para poder salvar la vida de los suyos.

 “Me quebré la costilla y quedó al descubierto que tenía un Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer muy agresivo y poco frecuente”, contó Sebastián Silva Araya (17) al diario La Cuarta hace algunas semanas, haciendo pública la batalla por la que atraviesa.

Un medio de Puente Alto  en Santiago y el “diario popular” han sido los puentes en donde él y su familia han querido relatar su caso. “También somos activos en redes sociales como Twitter”, acota Alejandra Araya Moreno, madre de Sebastián e hija de Alejandro Araya Toledo, quien era conocido residente del valle de Monte Patria.

Sebastián, joven oriundo de Tulehuén, fue diagnosticado con cáncer en mayo de 2015. “Este tipo cáncer manda nódulos al pulmón, por eso son muy agresivos. Estuvo un año en tratamiento, se le dio de alta en marzo de 2016, luego en un control en agosto apareció un nódulo que no estaba, en ese minuto el doctor dijo ‘hay que ver si crece o no’. En diciembre creció, el diagnóstico fue una recaída de este cáncer, ahí se nos vino un poco el mundo encima por el susto”, recuerda Araya. 

El camino no ha sido fácil, ya que hace algún tiempo la madre de Sebastián había logrado derrotar un cáncer de mamas, y por otro lado, el mes pasado esta terrible enfermedad cobró la vida del abuelo materno de este adolescente montepatrino.

El trasplante de médula surgió como una luz de esperanza para eliminar por completo la enfermedad. “Consiste en comprarle la médula a un tercero. Esto fue porque a mi hijo anteriormente le sacamos células para hacerle su propio trasplante, el cual resultó porque  en marzo tuvo una semana seguida de quimio, en donde le aniquilaron  todo para evitar que el cáncer avanzara, y le hicieron un trasplante alópata con sus propias células, que es para que él regenere rápidamente su cuerpo y pueda seguir viviendo”, explica.

El desafío ahora es desaparecer el cáncer por completo,  porque a pesar que los doctores aseguran que se ha extinguido, aún está el fantasma de alguna célula peligrosa. Es por ello que es un imperativo realizar el caro procedimiento médico,  “hay que ponerle la célula de otro donante que sea más fuerte (..) Ya tenemos al donante, está reservado, el valor de este procedimiento es de 28 millones de pesos, de ese monto ya depositamos 12, nos quedan 18. Todavía seguimos en campaña, vamos bajando la cifra”, dice.

 

REALIDAD DE LA CLASE MEDIA

Para Araya su caso no está alejado de lo que viven miles de personas de clase media. “Soy profesora, mi esposo es abogado. Llevamos tres años sosteniendo este tratamiento, ya no tenemos dónde pedir préstamos (...) así como nos pasa a nosotros les pasa a muchos jóvenes y papás de clase media y profesionales. Da lata tener que recurrir a mover gente pero es la realidad. Hay cura para el cáncer pero por los altos costos de repente no se le sigue dando oportunidades a familias”.

Araya cuenta que  le motiva  contar su historia para evidenciar las dificultades  y la desprotección a la que se someten quienes dan esa batalla, los que finalmente están condenados a fracasar si es que no cuentan con ningún medio económico para costear los procedimientos médicos, “me mueve poder hacer una presión social desde lo que uno vive, exponiendo este caso”, declara.

EVENTO RURAL A BENEFICIO

Durante el 27 de mayo en Tulahuén se realizará una actividad del mundo criancero, la que intentará aportar un grano de arena en la cruzada para que Sebastián pueda doblarle la mano al cáncer por completo. La recaudación de la entrada al evento será para costear el tratamiento. 

 

 

 

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Diario El Ovallino