Un fruto rojo brillante espera que las manos del temporero lo carguen en pequeñas cestas para iniciar un recorrido que lo llevará, en máximo tres días, a la mesa de alguna familia en China, que es quien certificará finalmente su sabor.
Así será el destino de la cereza tipo Brooks que desde este viernes, y siendo la primera del norte de Chile, se comenzó a cosechar en el Fundo Tabalí de la Agrícola Valle Arriba.
Con una historia que mezcla la suerte con la visión, el gerente general de Valle Arriba, Francisco Pretel, explicó a El Ovallino que este año les tocó ser los segundos a nivel nacional en iniciar la cosecha, lo que les tiene muy orgullosos.
Recordó que desde hace 18 años se sembraron, a modo de ensayo, los primeros cerezos en la zona, cuando todavía no era un campo productivo. En el terreno adquirido por Valle Arriba había cítricos, que luego fueron arrancados, y la misma suerte correrían los cerezos.
“Podemos decir que fue un tema hasta de suerte, no necesariamente una apuesta por cosechar cerezas para exportar. Nosotros cuando compramos el campo lo hicimos pensando en olivos, por lo que arrancamos los cítricos y lo único que dejamos en pie fueron estas tres hectáreas de acá, que por suerte alguien se dio cuenta que estaban floreciendo en agosto. Y fue suerte, porque nadie sabía que esos eran los primeros cerezos y los más al norte de la zona central del país, porque este frutal no es común en la zona. Se decidió dejarlo florecer y producir, y comenzamos a ver el tema de si se daba, de cuánto producía, de qué deberíamos hacer y qué no hacer, y fue cuando nos dimos cuenta que tenía que proyectarse”, recordó Pretel.
Luego de esa primera e incipiente cosecha se proyectaron unas 20 hectáreas más y ahora son más de 26 hectáreas de cerezos plantadas de dos variedades: Brooks y Tulare, que son las que mejores resultados les ofrecieron.
“Este árbol de cerezo no era muy apetecible en el norte, porque necesita muchas ‘horas frío’, y necesita ‘grados día’ que es el calor. Esta variedad necesita una cierta cantidad de ‘horas frío’ que se creía no se daban, pero en esta área particular de Ovalle se dan”.
Primeros
Destacó que el campo ovallino siempre está entre los tres primeros en el país en producir y exportar cerezas.
“Este año somos los primeros en el norte de Chile en sacar y poder exportar la fruta, mientras somos el segundo en el país, ya que por unos días se nos adelantó Putaendo, aunque con otra variedad de cereza”, señaló.
Destacó Pretel que no necesariamente lo primordial es “ser el primero”, aunque siempre es importante estar “entre los primeros”, pero destacó que lo más importante siempre será la calidad de la fruta.
“Si eres el primero con una fruta no comercial no te la van a comprar a un buen precio, lo ideal es que tenga buen color, buen sabor, y eso te asegura que se va a vender bien. Si lo logras cosechar entre la semana 42 y 43 eso es muy bueno”.
Resaltó que si bien son los segundos a nivel nacional en anunciar la cosecha, el mercado asiático al cual van dirigidos es muy grande y que siempre estará abierto a los productores locales que puedan garantizar una fruta de calidad.
De 45 a 55 toneladas se podrían cosechar entre las próximas tres semanas.
Manos a la obra
Unos 60 temporeros trabajan en los pasillos del fundo, seleccionando la fruta que reúna las cualidades de tamaño, textura y color uniforme, para luego llevarla al centro de acopio para que inicie el proceso de traslado a los packings del sur, donde se embalará y se trasladará a Santiago para su vuelo a China, para en unos tres días pueda estar en los exhibidores de los supermercados del gigante asiático.
“Hoy (viernes) en la tarde se va al packing de San Francisco Mostazal (Región de O’Higgins), se empaca y se procesa en la noche, mañana se va al aeropuerto y el domingo ya estará en China” señaló Jorge Astudillo, gerente de producción de la empresa.
Futuro cercano
En los últimos años la siembra de cerezos ha sido replicado por distintos productores de la zona, alcanzando un área de hasta 150 hectáreas plantadas, de hecho, desde la misma Valle Arriba esperan poder cubrir unas 30 hectáreas más de cerezos para el próximo año.
“Esperamos tener pronto nuestro propio vivero, que es algo inédito en la región. Allí podríamos hacer la engorda de nuestros propios ‘plantines’ para luego plantarlos en terreno”.
Señaló que a través de ese trabajo propio, podrían surtir a un mercado local y regional que podría migrar al cerezo como fruta de cosecha.
Cosecha en tiempos de Covid-19
Indicó Pretel que este año, con la cosecha de los olivos, ya tuvieron que adaptar algunas medidas por la pandemia de Covid, agregando medidas, capacitando al personal, invirtiendo en elementos de protección y en estructuras sanitarias móviles.
“Acá nos hemos adaptado a las circunstancias. La autoridad sanitaria nos ha fiscalizado, nos ha orientado, hemos tomado capacitación junto a otros productores. Al principio fue complicado por la duda de saber si lo estábamos haciendo bien, pero en todo este tiempo de pandemia, y a veces con más de cien trabajadores, no hemos tenido ni un solo contagio” aseguró el gerente.
