Crédito fotografía: 
Roberto Rivas Suárez
Con apenas dos jornadas cumplidas, quienes fueran ambulantes hasta hace dos semanas se muestran confiados en sus nuevos puestos establecidos. Esperan que con el tiempo los compradores se acerquen al lugar.

Hace muy poco deambulaban con su mercancía por las calles de la ciudad, con los nervios por las fiscalizaciones y arriesgando multas y pérdida de su inversión. Ahora, con apenas dos días cumplidos en La Vega Chica de Limarí, detrás del Museo del Limarí, los pequeños comerciantes se muestran optimistas ante la estabilidad que representa para ellos el lugar.

“Apenas este lunes nos instalamos y estoy feliz porque poco a poco le vamos dando forma a este mercado. A la gente le ha gustado, y nosotros estamos más tranquilos porque ya no tenemos que ir de puerta en puerta vendiendo nuestra mercancía”, explicó Mariana Venegas, vendedora de juguetes y ropa de bebé.

Similar opinión es la de Leonor Hidalgo, quien valora la limpieza y orden del recinto. “Yo vendía por muchos años en Ariztía y frente al Hospital viejo. Pero aquí estamos más tranquilos la ropa no se nos ensucia y nadie nos va a molestar acá. Estamos contentos y ojalá duremos por muchos años”. Agregó que todavía queda mucha gente en lista de espera para poder ocupar alguno de los puestos.

Paciencia

Comenzando su carrera comercial con “apenas diez carcazas” en las aceras de Ovalle desde hace tres años, ahora Isamar Tabilo y Yerick Castillo tienen su propio puesto de soluciones tecnológicas y piensan colocar una fotocopiadora y otros servicios en su tienda de accesorios de celulares.

“Hay que tener paciencia, porque apenas es el segundo día, pero estamos felices porque ya no estamos en la calle, y no tenemos miedo de que nos quiten las cosas. Comenzamos en la calle porque no teníamos otra opción. Vivíamos pendientes de Carabineros y cuando nos dijeron de esta posibilidad tuvimos mucha fe de que iba a ser muy bueno”, explicó Tabilo.

Uno que “colgó” su bicicleta tras 55 años de vender condimentos en las calles fue Jorge Pozo, quien explica que su primera impresión al saber que podría tener un puesto establecido fue de esperanza y de apoyar al gremio para que la oportunidad se hiciera realidad.

“Yo sé que la gente de a poquito se va a ir acostumbrando a venir, porque esto no es de un día para el otro. Hay que tener paciencia pero sí se ha visto movimiento. Ahora puedo dejar la mercancía en un lugar tranquilo y no se me golpean las hortalizas”, cuenta satisfecho el propietario de “Martina Condimentos”.

Por su parte Elsa Araya y Erasmo Pizarro, compradores, indicaron sentirse satisfechos con los productos y el precio. “Hay unas cosas más baratas y otras igual que en otros lugares, pero se puede comprar tranquilo”, señalaron al salir del recinto

Compromiso

Por su parte el alcalde de Ovalle, Claudio Rentería, mostró  recordó que es un lugar transitorio, y confió en que cada parte cumpla su compromiso.

“Asumimos un compromiso con los comerciantes ambulantes e hicimos un esfuerzo para habilitar un lugar, donde se sientan a gusto y puedan comercializar sus productos. Este es un tema transitorio, mientras concluimos el proyecto que desarrollaremos en la Feria Modelo, el que incluye la habilitación de locales comerciales y así estas familias puedan formalizar sus respectivos negocios. Cuando concretemos esta iniciativa no permitiremos ningún tipo de comercio en las calles de nuestra ciudad, ese es el acuerdo que tomamos con cada uno de los comerciantes ambulantes”.

 

 

 

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Diario El Ovallino