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El Ovallino
El primer año de vida de este pionero recinto ha sido de altos y bajos para sus locatarios, por un lado valoran el espacio para establecerse, pero por otro, acusan que las ventas son bajas y que podrían disminuir ante la llegada de ambulantes al centro de Ovalle.

Por Luciano Alday Villalobos / Ovalle

 

En el mes de noviembre cumplió su primer año de vida el pionero proyecto de la Vega Chica, el cual logró regularizar a cerca de 100 comerciantes ambulantes, provenientes del sindicato Emprendedores del Limarí, quienes ofrecen frutas, verduras, abarrotes, artesanías y otros productos.

El recinto cuenta con 3 mil metros cuadrados y está ubicado a pasos de la Alameda, con locales que consideran todas las condiciones necesarias para atender al público, como acceso a electricidad y agua potable, además de servicios higiénicos, sistema de tele vigilancia, guardias y estacionamiento gratuito.

A los primeros 100 comerciantes se sumaron emprendedoras de la agrupación “Esfuerzo de Mujer”, además se logró un acuerdo con buses de acercamiento rural para utilizar el estacionamiento del lugar.

Este proyecto trabajado por el Departamento de Fomento Productivo y Turismo de la Municipalidad de Ovalle se ha ganado el reconocimiento de otras comunas de la región y el país, “absolutamente que esta iniciativa puede ser replicada, todo va a depender de la voluntad de trabajo conjunto que tengan las autoridades y los comerciantes. De esta forma, se puede ir dialogando y buscando consensos que permitan definir un objetivo, tal como lo hemos hecho en nuestra comuna”, explicó el alcalde, Claudio Rentería Larrondo.

No obstante, los propios comerciantes han manifestado que este primer año de funcionamiento ha sido complicado, “ha sido difícil hasta ahora, hay que recordar que empezamos en medio de la pandemia, después cuando pasamos a fase de preparación salieron todos los comerciantes a la calle y eso nos afectó, disminuyeron considerablemente nuestras ventas”, señaló el presidente del sindicato Emprendedores del Limarí, Claudio Ahumada.

“Ha sido difícil llevar el día a día en la Vega Chica por la competencia desleal que hay en el centro, nosotros como comerciantes estamos pagando permisos y también impuestos, ha sido muy duro, pero de a poquito vamos tirando para arriba”, agregó el dirigente gremial.

 

Amenaza navideña

 

Generalmente los días previos a la navidad significan una buena oportunidad para que los comerciantes aumenten sus ventas, ante la masiva búsqueda de regalos por parte de la población.

No obstante, desde la Vega Chica temen que sus ingresos sigan disminuyendo ante la llegada de ambulantes a las calles céntricas, lo que provocaría que la gente no se acerque al recinto ubicado entre avenida La Feria y calle Recinto Estación.

“Es un hecho que para las fiestas sale toda la gente a trabajar al centro, porque es por donde pasa la mayor cantidad de personas, cuando pase eso nos va afectar como Vega Chica, pero también creo yo afectará a la Feria Modelo y al Mercado, nos va afectar que lleguen ambulantes y se tomen la Alameda, el centro de Ovalle va terminar siendo pueblo de nadie”, indicó Ahumada.

Para enfrentar esta situación, la Municipalidad de Ovalle planifica trasladar los ambulantes a la Vega Chica, para que en ese sector se concentre el comercio. Esta propuesta agrada en los vendedores ya establecidos, “sería bueno para hacer una feria navideña grande y así trabajar todos en las mismas condiciones, vemos este proyecto como algo pionero en la Provincia del Limarí y en todo Chile, nosotros estamos abiertos a todos los comerciantes que no tienen permiso, para que trabajen tranquilos y haya una competencia sana”, manifestó el presidente sindical.

 

Proyecto en camino

 

La Municipalidad de Ovalle está trabajando en la instalación de un galpón mecano (techado), para de esas formar mejorar las condiciones actuales del recinto, “este proyecto que se viene nos daría una marca registrada como Vega Chica, nosotros fuimos comerciantes que trabajamos por años en la calle, y si se concreta este proyecto la gente de otros lados va ver que sí se puede tirar para arriba, y obviamente también esperamos que con eso aumenten las ventas, porque tendremos locales comerciales más bonitos, aunque para esto hay que tener paciencia y perseverancia”, concluyó Claudio Ahumada.

 

 

 

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