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El cambio climático y la muerte de huertos a causa de la Phytophthora llevaron a INIA, Biofrutales y Corfo a evaluar en Ovalle diferentes portainjertos disponibles, los que otorgarían mejores posibilidades a los cultivos de nogales.

Con el objetivo de buscar métodos para hacer resistente a la muerte por causa de la Phytophthora a los huertos de nogales es que en 2017 el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, junto con Biofrutales y con apoyo de Corfo comenzaron a evaluar en las regiones de Coquimbo y O’Higgins portainjertos clonales, los que, en teoría, servirían para ello, no obstante, faltaba validarlos en el territorio.

Según explicó el investigador y extensionista de INIA Intihuasi, Giovanni Lobos, a cargo del proyecto “Paquete tecnológico para nuevos portainjertos de nogales resistentes a Phytophthora”, que se enmarca en el Programa Tecnológico Estratégicos en Fruticultura Zona Norte de CORFO, su objetivo es “evaluar el comportamiento agronómico de estos portainjertos clonales sobre la variedad Serr y Chandler” bajo las condiciones edafoclimáticas de cada zona, considerando la fenología, inducción floral, productividad, crecimiento radicular calidad de la fruta, respuesta a las tasas de riego y déficit hídrico y a la infestación a Phytophthora.

Esto porque portainjerto de la variedad Juglans Regia, y que es actualmente utilizado por los agricultores es muy susceptible a dicha enfermedad. “El 90% de la superficie de nogales en Chile utiliza el portainjerto Regia, que es un portainjerto muy susceptible a Phytophthora que es la principal causal de muertes de plantas a nivel de huerto en Chile”, indicó Lobos.

Las evaluaciones

INIA está evaluando en Ovalle, el comportamiento de portainjertos que presentan como características la resistencia y tolerancia a Phytophthora, nemátodos, déficit hídrico y exceso de sales y determinar cuál de estos presentan mejores condiciones para cada caso. Estos portainjertos clonales corresponden a VX211, RX1 y Vlach, lo que se suma al Paradox (de semilla), ya utilizado en años anteriores.

“Hasta esa fecha no había una herramienta que pudiera mitigar los efectos de la Phytophthora, ni control cultural ni control químico, y el ingreso de estos portainjertos a Chile, permite hoy día replantar aquellos huertos que tuvieron muertes por esta enfermedad, porque anteriormente si uno replantaba con el mismo portainjerto de la plantación original, la planta moría al año, a los dos o a los tres años y con estos nuevos portainjertos permite  tener una mayor sobrevivencia de plantas replantas” aseguró.

El director regional de CORFO, Andrés Zurita, destacó el proyecto puesto que “se ha estado estudiando la adaptación de los portainjertos a las condiciones de Limarí. Estos artículos pudieran entregar ventajas competitivas a los cultivos por un lado y por otra parte contribuir a su adaptación a condiciones de escasez hídrica”.

En tanto el director regional de INIA Intihuasi, Claudio Salas, recordó que gran parte de los huertos de nogales de Chile tiene problemas de Phytophthora, por lo tanto es muy importante la evaluación que se está haciendo. “Se conocía que estos portainjertos tienen cierto grado de resistencia, pero nunca había sido evaluado, lo que llama mucho la atención de productores”.

El proyecto en su origen finalizaba en diciembre del 2022, pero se extendió para poder evaluar una sexta temporada de crecimiento y una tercera de cosecha y calidad de la fruta hasta julio de 2023.

 

 

 

 

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