• Durante las últimas semanas, han llegado las primeras ayudas para campesinos y crianceros de la zona, aunque se insiste en que existen productores que aún no han recibido nada. (FOTO: CEDIDA)
Hortalizas en su gran mayoría, seguido por frutales, fueron las especies vegetales más afectadas por las bajas temperaturas que afectaron la zona a fines de mayo y comienzos de junio. A ello se suman los crianceros los cuales, pese a las lluvias posteriores, también vieron como su ganado sufrió los rigores del clima.

Enormes fueron los daños que las heladas de fines del mes de mayo y comienzos de junio generaron en los valles interiores de la región de Coquimbo, y en particular, en la provincia del Limarí.

Y es que cerca del 80% de los cultivos afectados fueron hortalizas (tomates, morrón, porotos verdes, habas, ajíes, entre otros), mientras que el 20% restantes fueron frutales, especialmente, cítricos. Perjuicios todos ellos, que han generado una enorme pérdida económica para pequeños productores de nuestra provincia.

Tras las nevazones que se registraron en la alta cordillera por aquellos días, las bajas temperaturas – que se intensificaron el fin de semana posterior – afectaron a casi todos los valles, alcanzando mínimas promedio de hasta -2° C, y llegando a su punto más bajo en la comuna de Punitaqui con -4,6°C.

Posteriormente se hicieron presentes las precipitaciones, tras lo cual, nuevamente las bajas temperaturas hicieron su aparición en los valles de la provincia.

Por ejemplo, en la comuna de Monte Patria, una de las comunas más afectadas por las bajas temperaturas, de las hectáreas catastradas que se tenía hasta ese momento (24) un 77% presentaba daño de moderado a grave, en su mayoría hortaliceros. Localidades como Las Américas, El Palqui, Colliguay, Chañaral Alto, Huanilla, El Tome, Los Morales y Colliguay, fueron algunas de las zonas más.

“Son cosas de la naturaleza, pero hay que enfrentar lo que venga no más (…) Esto me afectó los porotos, pues perdí casi el 50% de ellos más o menos. Y el tomate se jodió también” señalaba a El Ovallino, Felipe Castillo, productor del sector Las Américas.

Uno de los grandes temores por aquellos días, era el posible efecto negativo en el empleo, según explicaba Fidel Salinas, presidente del sindicato de pequeños agricultores de El Palqui.

“La gente al cosechar, contrata gente, pero ahora no van a poder dar trabajo, porque se les quemó toda la siembra, no tienen como volver a pararse. Al final esto afecta a todos, a quienes buscan puestos de trabajo y al mismo productor” subrayó.

Además, producto de las pérdidas, los agricultores se hallaban en la incertidumbre económica por las deudas, y con ello, la imposibilidad de acceder a nuevos créditos para recuperarse.

“Hoy lo que tenemos que abordar con nuestros agricultores es el acceso a  capital de trabajo, de tal forma de que ellos puedan seguir produciendo” afirmaba el alcalde de Monte Patria, Camilo Ossandón.

AYUDA EN MARCHA

Ante la intensidad de este fenómeno climático, desde el gobierno se instruyó dar inicio al proceso de catastro de todos los productores dañados por las heladas.

Finalmente, se confirmaron cerca de 400 productores afectados en toda la región, siendo el Limarí una de las zonas más perjudicadas por el fenómeno.

Así, mientras los equipos de gobierno se mantenían en terreno, catastrando el número de agricultores afectados, a la vez, un grupo de parlamentarios y alcaldes solicitaban al Ministerio de Agricultura, que la región fuese declarada como Zona de Emergencia Agrícola, para apurar la llegada de recursos.

Entretanto, INDAP aprobó un mecanismo de apoyo – a través de Línea de Emergencia INDAP- que implicó la entrega de montos consistentes en 120 millones de pesos, que fueron en beneficio de cerca de los afectados de toda la región, de acuerdo a lo recopilado en el catastro realizado por el personal de los programas PADIS y PRODESAL de INDAP.

Días después, llegó a buena noticia: el Ministerio de Agricultura declaraba a la región como Zona de Emergencia Agrícola.

“Estuvimos desplegados en terreno y levantando la información de los daños en la producción agrícola para evaluar las opciones de apoyo que nos estaban solicitando. Con este decreto, podremos acelerar la entrega de recursos para los pequeños agricultores y campesinos” comentaba la intendenta Lucía Pinto.

MEDIDAS A TOMAR

Uno de los puntos más importante de este decreto es que permite redistribuir o reasignar recursos para ir en ayuda del campesinado, de manera más expedita, en especial, hortaliceros y crianceros. “Esto nos permite solicitar a nivel central nuevos recursos para poder ir en ayuda de esos sectores” apuntaba el seremi de Agricultura, Rodrigo Ordenes.

Dichos recursos frescos podrán ser redistribuidos a través de organismos como INDAP, a partir del cual, se podrán generar créditos de emergencia a largo plazo y con ciertas condiciones especiales, “por ejemplo, en el tema de poder dar flexibilidad de uno o dos años para poder pagar o iniciar el pago de cuotas” complementaba el seremi, además que esos pagos, no estarán considerados en UF sino en pesos, por lo que se establece un costo fijo para estos tipos de créditos.

NO OLVIDAR A LOS CRIANCEROS

No obstante, entre los afectados también estaban los pequeños productores de ganado caprino, quienes producto de las bajas temperaturas, vieron afectados su producción de animales.

“Existen hasta 57 mil cabezas de ganado caprino que están afectados por la falta de forraje en los campos” afirmaba en ese sentido, el alcalde de la comuna de Monte Patria, Camilo Ossandón.

Preocupante situación que es reiterada por el actual consejero regional Juan Carlos Codoceo, quien también es presidente de la asociación provincial de crianceros, y quien lamenta que las ayudas aún no han llegado a todos los afectados, en especial, a aquellos que no usuarios de INDAP.

“Ellos son los que están más complicados, porque no reciben ayuda de ninguna índole. Hay muchos crianceros que quedaron con los brazos cruzados por la pérdida de su ganado, y por eso, necesitamos que se les apoye con recursos, pero que sea pronto y no haya tanta demora” señala.

Son los efectos económicos y sociales de un fenómeno que ya ha afectado a la región en otras ocasiones, pero que este año, fue particularmente crudo,

 

 

 

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Diario El Ovallino