La ganadería caprina es una de las actividades más representativas de la Región de Coquimbo, sin embargo, se encontraría en grave peligro debido a la falta de agua y a que muchos de los crianceros aún continúan dependiendo de las veranadas para alimentar a sus animales.
Pese a que el llamado es a la estabulación y a la reducción de cabras, todavía hay quienes se dedican a la trashumancia, una arraigada forma de ganadería en la que en temporada de verano se sube en búsqueda de pasto y agua a la cordillera.
Este año, al igual que el anterior, se suspendió el cruce de arrieros a Argentina, sin embargo, la falta de agua y alimento en territorio nacional motivó a quienes se dedican al pastoreo a hacerlo de todas maneras, exponiéndose a una serie de riesgos, sobre todo porque no existe un registro de salida de estas personas, lo que quedó de manifiesto con el lamentable fallecimiento de Luis Elgueda, arriero de 62 años, que tras un problema de salud en la cordillera argentina, donde estaba incomunicado, no habría podido recibir ayuda oportuna.
El apoyo económico insuficiente también sería otro factor que haría peligrar a la actividad, que sigue siendo, en algunos casos, de mera sobrevivencia.
David Arancibia, presidente de la asociación de crianceros de Monte Patria, que reúne a cerca de 800 socios sostuvo que, el traspaso de la frontera de manera ilegal “no pasa por un tema de cumplir con la ley, sino que es un tema de superviviencia. El tema es tratar de subsistir con lo que hacemos”.
Arancibia aseguró que “no solamente el trashumante que está en la cordillera lo está pasando mal, el trashumante que está acá en el valle lo está pasando muy mal por la escasez de alimento, por el precio de los insumos y por el precio de los compradores de queso, es toda una secuencia de todo el rubro”.
Sobre las posibles ayudas, el presidente de la asociación de crianceros de Monte Patria indicó que, “todos los programas del Estado están hechos con una cantidad de requisitos que la mayoría de los crianceros no cumple, está hecho más para un empresario que para un trashumante, nosotros como dirigencia hace rato que estamos tratando de doblarle la mano al tema de las exigencias de los entes del Estado, porque te piden tenencia de tierra, tenencia de agua y nosotros no tenemos ese tipo de cosas porque no está a nuestro alcance”.
Una apreciación que comparte Mirtha Gallardo , presidenta de la asociación gremial de comunidades agrícolas de Limarí quien sostuvo que si bien existen programas como el Caprino Lechero que apoya a los crianceros, “no consideró a quienes andan en trashumancia y que están dispuestos a entrar a este nuevo sistema, porque están viendo que en la cordillera hay poco pasto. Los verdaderos crianceros no andan de trashumancia porque les guste es porque andan en busca de alimentos”.
Consultado por esta realidad, Matías Villalobos, Delegado Presidencial Provincial de Limarí (S) indicó que “para nadie es un misterio que así como los agricultores, los ganaderos de nuestra zona atraviesan un difícil momento por la sequía que afecta a nuestro territorio y que ha provocado falta de forraje para alimentar el ganado. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por destinar recursos, incluso recursos de emergencia, para apoyar a crianceros, sabemos que muchas veces no han sido suficientes”, añadiendo que, “el problema de la escasez hídrica es un problema de fondo y multifactorial, asociado principalmente al cambio climático, este complejo escenario global nos ha golpeado fuertemente como provincia. De hecho, podemos observar un cambio de la realidad territorial, sin la cantidad de recursos suficientes para mantener sosteniblemente la actividad caprina”.
Si bien el panorama no se ve muy alentador, David Arancibia indicó que la situación sí se podría aliviar, “haciéndose responsable de sentarse a conversar con los dirigentes, de sentarse a conversar con los crianceros. Hoy día tenemos montos que se toman en una oficina, se dividen en una cantidad de crianceros, que no sobrepasa los 150 mil pesos, y en el mejor de los casos 200 mil pesos, pero que no vienen a solucionar el tema, ni siquiera palearlo. Si hubiera forma de orientar al criancero, financiarlo tal vez un tema de manejo de la cabra que está ahora en marzo para poder encastarla, hacer un pequeño núcleo y hacerlo autosuficiente, pero tenemos que tener expertos en el tema que nos lleven a consolidar a nuestros crianceros”.
PREOCUPACIÓN POR LA SALUD
Otro de los temas que preocupan a los crianceros en la falta de exámenes de salud de quienes deciden ir a las veranadas, no solo ahora, sino que incluso cuando estas estaban autorizadas.
Al respecto Arancibia señaló que “desde que tomamos la dirigencia aquí en la comuna estamos tratando de hacer algunas gestiones con la gobernación para poder ver la posibilidad de hacer un examen preocupacional antes de entrar a las cordilleras, de todos los crianceros, el tema es que no es obligatorio, es un tema más bien voluntario y estamos tratando de hacer que sea gratuito para las personas que vayan haciendo este chequeo de sus salud”.
Mirtha Gallardo, por su parte hizo un llamado a ocuparse de la salud de las personas, “Nosotros desde el mundo de las comunidades agrícolas siempre hemos planteado a las autoridades en que debiera estar considerada la salud de los crianceros, cuando había autorización de las veranadas, aunque sea una trashumancia a nivel interno hay programas de desparasitación para los animales, os perros tienen que estar vacunados, pero no hay programas de salud para las personas, se van con sus dolencias. Hoy no está considerada la salud de los crianceros y nos da mucha pena”, sostuvo.
