Llanos de La Chimba ofrece este mirador que se ha trasformado en una alternativa cada vez más concurrida (Créditos Antonio Araya)
El mirador conocido como el Crucero del Amor, tiene muy bien ganado su nombre
Desde este mirador ubicado camino a Santa Catalina, las parejas aprecian el bello panorama.
La plaza siempre es el lugar de encuentro para las parejas de todas las edades que llegan día a día, pero que se multiplican durante este 14 de febrero.
El crucero del amor como es conocido por todos en Ovalle, es un lugar donde día a día se ve a parejas de todas las edades compartiendo una de las vistas más hermosas que tiene Ovalle, un lugar que sin duda a más de alguno le trae un grato recuerdo, esta construcción además cuenta con una pileta que termina de adornar el paisaje con tintes románticos, más de algún ovallino se acercará a disfrutar de la vista en compañía de la persona más adecuada viendo como el sol se esconde lentamente entre los cerros y da paso a las estrellas que pintan lentamente el cielo.
Uno de los mejores miradores está ubicado en la ruta de salida sur de Ovalle, en los Llanos de La Chimba, dónde se puede apreciar un panorama hermoso de toda la ciudad, además disfrutar de la brisa mientras se comparte un momento inolvidable con esa persona especial, las parejas suelen acudir a apreciar de la belleza de la perla de Limarí desde una perspectiva en que el romanticismo se apodera de todo el ser y sella el momento con los rayos de sol que trazan figuras en el aire al chocar con las casas y árboles.
La plaza de armas de Ovalle, un lugar infaltable, testigo de millones de citas y encuentros románticos, este lugar es perfecto para evocar los sentimientos más dulces, el amor se respira en el aire y los enamorados así lo demuestran dándole vida a este rincón de Ovalle que permite que manifestar lo que se siente hacia el otro, las parejas nunca se aburren de venir siempre a la tradicional plaza de armas.
Si se trata de dar un paseo en pareja, camino a Santa Catalina se encuentra un mirador muy apreciado por los enamorados, los que se acercan pueden vivir atardeceres inolvidables y compartir una vista hacia el río Limarí que no se da en todas partes.
