El trabajo de al menos dos años, será ejecutado por la corporación SEDEJ, Corporación Servicios para el Desarrollo de los Jóvenes.
Cuando un adulto debe cumplir una pena privado de libertad, el apoyo de su familia para los niños y niñas es fundamental. Por eso, el programa “Abriendo Caminos” del Ministerio de Desarrollo Social, brinda herramientas a estos hogares que tienen a uno de sus integrantes en un recinto penitenciario, ya sea padre, madre u otro pariente significativo para el menor. En Ovalle este programa se implementa por primera vez y tendrá la participación de 25 familias de esta comuna. Lo anterior significa que, en total, serán 51 niñas y niños beneficiados con esta iniciativa, que contempla un trabajo de dos años con tutores o consejeros, quienes brindan una apoyo psicosocial con el objetivo de fortalecer los lazos familiares de los menores con la persona privada de libertad e incluso mejorar su rendimiento escolar.Catherine Araya, una de las beneficiadas, es madre de Benjamín de sólo tres años y quiere ser parte del programa Abriendo Caminos. “Me interesó mucho porque así como familia podemos crecer, también yo como mamá y mujer. Entonces, creo que va a ser un avance para nosotros y para poder llevar a mi hijo por las buenas enseñanzas y valores”. Por otro lado, el Seremi de Desarrollo Social, Herman Osses, manifestó que “para nosotros es un hecho relevante. Los derechos de las personas vulnerables son irrenunciables, no son embargables. Por lo tanto, es un derecho que tenemos como sociedad de atender a las familias, que tienen a uno de sus familiares recluido. Por tal razón, nosotros realizamos este trabajo psicosocial y de acompañamiento con adultos, jóvenes y niños para darles la oportunidad que se merecen”.Durante el mes de marzo comenzó el acompañamiento psicosocial con las familias participantes y la finalidad es lograr un sentimiento de pertenencia al programa. Para lograr lo anterior, se realizan dinámicas que puedan facilitar la intervención y el logro de avances en diferentes ámbitos.
