De la calle a la Prefectura: El viaje de Napoleón y Homero

Nadie entra ni sale de la Prefectura Limarí-Choapa sin que Napoleón y Homero lo noten. Los hermanos fueron adoptados cuando apenas eran unos cachorros, y desde entonces han estado viviendo en el recinto gracias al amparo de un grupo de uniformados que han sabido ganarse el cariño y la lealtad de estos dos canes quiltros.

Lo cierto es que su destino habría sido muy distinto si los funcionarios no hubieran decidido tenderles una mano, dejándolos asÍ a merced de la calle. Afortunadamente hoy la historia es diametralmente distinta, estos guardianes han podido crecer, desarrollarse, entregar alegría y cariño en un estructurado mundo como es el policial.

PRIMEROS MESES

“El teniente coronel (Aldo Borroni) tomó conocimiento de la existencia de estos perritos que estaban abandonados en la vía pública  en un sitio eriazo. Su hija habló con él y le comentó las tristes condiciones en las que estaban. Al final fueron a buscar a los perros, estaban chiquititos, tenían sólo meses (…)  Se tomó la decisión de traerlos para acá y criarlos. Estaban llenos de sarna, con garrapatas. El veterinario de la municipalidad venía para acá y los desparasitaba, les daba vitamina para que fueran tomando fuerza y estando en condiciones”, recuerda el coronel Rodrigo Vicencio, sobre la llegada de Napoleón y Homero.

Por su parte el teniente coronel Aldo Borroni, explica lo que fue la génesis de este arribo diciendo, “mi hija Anastasia es amante de los animales. Hay una especie de sociedad protectora de animales en Ovalle, la que se llama ‘Cachupines sin Hogar’. Ella ayudaba e iba a ir a ver a los perritos a una especie de canil que tienen en el estadio. Como en la Prefectura tenemos un espacio grande, ella un día me preguntó si necesitábamos un perro, porque en la protectora habían dos perros que habían sido rescatados de una quebrada, alguien los había ido a abandonar allá. Estaban con sarna, a mal traer, a punto de morir, eran pequeños”.

Tras conocer sobre la existencia de estos cachorros, los uniformados decidieron convertir la Prefectura en el nuevo hogar de ambos, “fui a hablar con el coronel Vicencio, que también es amante de los animales, le dije ‘hay dos perros que podríamos rescatar en vez de comprar’. Los fuimos a buscar, los trajimos para acá y ellos se adaptaron inmediatamente desde el primer día”, detalla.

ADIESTRAMIENTO

En abril pasado Homero y Napoleón llegaron al Colegio Amalia Errázuriz para compartir con los alumnos. Durante esa jornada los niños pudieron ver las tiernas habilidades y destrezas de ellos, las cuales fueron desarrolladas gracias  a un adiestramiento al que fueron sometidos, “los perritos comenzaron a cambiar su calidad de vida, después se tomó la decisión de poder adiestrarlos, empezando este año con entrenamiento básico con la finalidad también de poder mostrarlos”, puntualiza Vicencio.

En ese contexto, el suboficial mayor Roberto Muñoz agrega, “gracias a la cooperación que tuvimos del adiestrador de perro policiales, suboficial mayor Juan Casanova de la tercera comisaría de Ovalle, recibieron adiestramiento. De hecho tuvieron su primera presentación en público en un colegio. Fue destacado por la comunidad y se portaron excelente”.

Gracias a este proceso de enseñanza ambos canes responden ante un estímulo y pueden hacer lo que el guía indique. “Comenzamos con ellos a la edad de 7 meses con adiestramiento básico que es netamente enseñarles a ellos a comportarse de una manera correcta, que no anden como andan todos los perros en la calle, es decir, que no anden sueltos o muerdan a las personas. A estos perros se les ha enseñado lo que el adiestramiento can básico, que es caminar juntos, sentarse, echarse, quedarse quieto y acudir a un llamado. Han sido adiestrados con la técnica del alimento y libres, no han sido sometidos  a collares. Ha dado buen resultado, es un premio que ellos reciben al hacer un ejercicio bien”, relata el suboficial mayor Juan Casanova.

DUEÑOS RESPONSABLES

El coronel Vicencio considera que es necesario que la gente tome conciencia de la importancia de la adopción y de la responsabilidad que eso conlleva. “Es un problema el tema de los perros vagos, no hay personas que se hagan responsable por ellos. Vemos cuando están en abandono en jaurías, se ponen agresivos, agreden a las personas, se colocan muy territoriales y no dejan transitar a las personas, a veces incluso ha habido personas lesionadas de manera grave a consecuencia de ellos. Hay que tratar de incentivar a la gente a la tenencia responsable, cuando tengan perritos no los dejen ni abandonen y cuando tengan uno deben preocuparse de él, que esté sano, no ande en la vía pública, evitar que transmita enfermedades”, dice.

Al mismo tiempo destaca la valiosa entrega y el aporte que traen este tipo de mascotas a un ámbito como el policial, “si uno recorre los cuarteles policiales desde la frontera hasta la costa siempre han llegado perros callejeros que los Carabineros muchas veces han adoptado. Son perros que lo único que nos entregan después es su lealtad y gratitud, acompañándonos muchas veces hasta en los servicios. En los cuarteles los Carabineros salen en la noche a sus servicios a recorrer, y muchas veces los perros los siguen y hacen todo el recorrido con ellos. Eso pasa, es una cosa instintiva del animal de seguir a la persona que lo está alimentando y cuidando. Muchas veces ellos custodian los cuarteles policiales en las noches. Creo que también esas son formas de mostrar su gratitud ante el cariño que se le demuestra”.

Para el suboficial  Muñoz, el hecho de integrar a Homero y Napoleón ha sido un real aporte dentro de la dinámica al interior de la Prefectura Limarí-Choapa. “Ellos de hecho cambiaron la perspectiva nuestra respecto de los animales. Dentro de lo estructurado que es nuestro sistema, ellos le dan un toque de alegría, nos permite unirnos ya que en torno a ellos realizamos gran parte de las actividades. Ha sido una experiencia muy positiva tenerlos a ellos aquí. Ellos participan en todo lo que hacemos en la Prefectura, cuando formamos en la mañana están al lado, cuando vamos a revisar los vehículos ellos nos acompañan, siempre andan detrás nuestro. Toda actividad que se hace acá, ellos están considerados.

Casanova también concuerda con que los canes participan activamente en muchas de las actividades que ocurren en el edificio policial, “los perros le dan cierta alegría a los Carabineros acá, creo que hasta forman con ellos, los acompañan a revisar los vehículos, además sirven de guardianes del cuartel. Es complicado llegar de civil en la noche a la prefectura, porque tengo entendido que desconocen a  las personas”.

El funcionario estima que este tipo de acciones son la evidencia de los múltiples beneficios que tiene la adopción y el rescate de animales abandonados. “Los perros sí se pueden rescatar de la calle y tener buenos resultados como los que se han obtenido con Homero y Napoléon. Es molesto ver tanto perro suelto en la calle, se convierten en jaurías  y se ponen agresivos porque son territorios, dejando que no pasen transeúntes al lado de ellos, por eso hemos tenido gente mordidas por ellos. Es por eso que queremos dar un buen ejemplo, sí se puede tener responsabilidad con los perros”.

RESCATE CON FINAL FELIZ

El teniente coronel Borroni considera que la llegada de ellos fue la oportunidad de entregar un futuro a este tipo de animales con un pasado de desamparo. “Más que nada con su llegada abordábamos dos cosas; nos ayudaba a brindar seguridad interior al cuartel y poder tener la posibilidad de sacar dos perros de la calle, los que no tenían  posibilidad alguna de sobrevivir”.

Frente a eso, Borroni cree que es crucial que las personas tomen las riendas y decidan adoptar a aquellos animales que necesitan un techo, comida y cariño. “La gente compra animales, uno de ellos puede costar sobre 100 mil pesos. Lo que pretendemos nosotros, el mensaje que tratamos de dar es que hay un montón de perros que se pueden rescatar, el objetivo es que nos brinde seguridad y nos entregue cariño”.

El uniformado además enfatiza en lo positivo que es brindar cariño a este tipo de mascotas y hace un llamado a que la comunidad se anime a rescatarlos. “Últimos estudios demostraron que al hacerle cariño al perro se liberan hormonas que ayudan a la felicidad, son las mismas hormonas que uno tiene cuando abraza a su señora o hace cariño a su hijo. Cuando uno le hace cariño a un perro uno inmediatamente se siente bien. Ellos nos brindan cariño, no es necesario que tengan un nombre o una marca porque todos son iguales, la diferencia puede ir en su carácter pero ellos no saben de razas. Ideal sería que todo organismo público o privado que tenga un buen terreno aprovechara esa oportunidad porque se gana por todos los lados.  En vez de comprar perros mejor preocupémonos de sacar a los que ya hay de la calle, que son perros iguales a otros, adoptarlos siempre y cuando se tengan espacios grandes, porque no es bueno tenerlos hacinados”.

El suboficial mayor Marcelo Mora, cree que este tipo de acciones emprendidas por Carabineros están directamente relacionadas con propagar la idea de lo vital que es la tenencia responsable de animales, “ojalá las personas no boten los perros a la calle, sino que los mantengan, los críen y los cuiden, les den cariño, a eso apuntamos nosotros, creo que todos los Carabineros de Chile apuntamos a eso; a la tenencia responsable de estos animales”.

UNA INSTITUCIÓN LIGADA A LOS ANIMALES

Mora además cuenta que para la institución, los animales son parte fundamental, razón por la que, aún con más vehemencia, buscan que la sociedad pueda mantener un buen trato. “Trabajamos con animales, tenemos guía de perros, animales antidrogas, caballos para realizar nuestros servicios a diario. En la frontera se usa mucho el caballo, la mula, el macho, acá en la ciudad se usan más los perros (...) Por eso hay que tener conciencia sobre ellos, tener un buen trato, tal como tratamos a otro ser humano. La gente está tranquila porque saben que los Carabineros de la comuna quieren a los animales, estamos con ellos y con las personas de los centros que los protegen”, sentencia. o1201