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Si bien administrativamente le faltan apenas unos pasos para su registro formal, las familias que hacen vida en la organización ya tienen experiencia en educación e integración social de los niños con Trastorno del Espectro Autista. Actualmente elaboran un proyecto junto a otras cuatro instituciones para contar con una sede propia adaptada a sus necesidades de integración

Tienen un gran proyecto en mente. Cuentan con la experiencia para desarrollarlo y se han apoyado en quienes, como ellos, tienen la energía para levantarlo. Se trata de la nueva Agrupación Familias Azules, integrada por grupos familiares con niños y niñas con Trastornos del Espectro Autista, TEA, y para quienes desarrollan actividades y buscan las maneras de visibilizar su condición para que puedan integrarse sin problemas en la sociedad.

La organización la integran alrededor de 30 familias ovallinas, quienes han tenido su paso por otras agrupaciones similares, y quienes ahora están  dedicados a la educación e integración de niños y niñas con necesidades de atención especial.

“Decidimos reunirnos y organizarnos porque hay muchos pequeños que aún no tienen terapias de manera fija y sostenida, y lo que nosotros queremos hacer como agrupación es postular a proyectos con distintos niveles de gobierno, ya sea municipal, regional o nacional, con la opción de buscar a algún profesional o un equipo de profesionales, para que los niños puedan tener terapias gratuitas y accesibles”, explica a El Ovallino la presidenta de la agrupación Familias Azules, Marcia Alfaro.

Señaló que hay muchas mamás que hacen rifas u otro tipo de actividades informales para costear las terapias de sus hijos, y otras que simplemente el tiempo y los recursos no les permiten poder llevar a sus pequeños a terapias o consultas.

“Una parte importante de los objetivos de la agrupación que formamos es la realización de terapias en distintos niveles, pero otro de nuestros objetivos es hacer actividades recreativas con los pequeños, sacarlos de paseos, organizar fiestas, en verano esperamos poder llevarlos a las piscinas, hacer actividades lúdicas, tardes de manualidades; Para que no sientan que la vida se les va simplemente en clases en el colegio y luego asistir a  terapias, y al día siguiente a lo mismo, así que queremos ofrecerles actividades diversas para que puedan explorar el mundo”, apuntó Alfaro.

En formación

Refirió la dirigente, que recién esta semana podrán realizar la tercera reunión oficial para formalizar la agrupación, y que será a partir de los próximos seis meses cuando podrán postular a diversos proyectos educativos y de integración.

“Recientemente hicimos la constitución con el Ministro de Fe -el 18 de agosto de 2022- desde allí comenzó nuestro camino a la formalización de actividades. Siempre hemos trabajado con agrupaciones, fundaciones y actividades relacionadas con la integración de niños y niñas con capacidades diversas, pero ahora como familias, decidimos iniciar este proyecto educativo y cultural. Al principio comenzamos muy poquitas familias, pero luego se fueron sumando tras más”.

La agrupación escogió a su directiva con la que espera dar los primeros pasos por los próximos tres años de creación. Estaría dirigida por Marcia Alfaro, como presidenta, mientras la secretaria será Macarena Quiroga, y la tesorera será Camila Pineda.

Calentando motores

Si bien como agrupación formal no están legalizados al cien por ciento, proceso que esperan completar en los próximos días, como conjunto de familias han participado en un sinnúmero de actividades educativas y sociales, ya que la mayoría viene de integrar otras organizaciones locales y se conocen desde hace varios años.

“Recientemente nos invitaron a una mañana educativa de equinoterapia en la que los niños pudieron compartir una manera distinta con los caballos. Ellos pudieron montarlos, hacerles cariño, acariciarlos. Muchos de ellos nunca habían montado a un caballo, así que se subieron y pudieron cabalgar por unos minutos, convirtiéndose la mañana en una jornada inolvidable para ellos”.

Unidos son más

Destacó Alfaro que el proyecto de formación de Familias Azules no está aislado del resto de las organizaciones que hacen vida en la provincia del Limarí, y que buscan al igual que ellos la educación y la integración de niños y niñas con capacidades diversas.

Actualmente trabajan de la mano de la Agrupación Dylan Down, la Escuela Inclusiva y Deportiva Amor Verde, Fundación Yungay de Corazón y la Agrupación de Padres de Niños con Trastornos Neuromotores (Paniprom).

“Hace poco nos juntamos las cinco agrupaciones para celebrar el Día del Niño, realizando actividades, compartiendo juegos y dinámicas para la entretención de los más pequeños”.

Resalto que en estos momentos no cuentan con un espacio físico en el que puedan convocar a nuestras reuniones ni mucho menos a las actividades o terapias.

“En conversaciones con representantes de la Municipalidad nos indicaron que una opción válida para ir saliendo del paso, sería solicitar de manera formal y puntual el salón auditorio de Hospital antiguo, donde están funcionando distintas dependencias de la alcaldía, para que allí podamos hacer reuniones y terapias mientras logramos consolidar otro espacio acorde para ello”

Señaló que estaría abierta la posibilidad de hacer actividades en ese recinto al menos una vez a la semana, por lo que deben coordinar y presentar una agenda y una solicitud formal para que sea estudiada.

“Recientemente tuvimos una reunión con representantes del Servicio de Salud, en la que estuvimos presentes las cinco agrupaciones, en la que nos pidieron la nómina de los pequeños para gestionar las interconsultas a través de los consultorios hacia el Hospital Provincial. Esa lista ya fue enviada con los nombres de los pequeños integrantes de las cinco agrupaciones. Ahora estamos a la espera de que comiencen a llamar a los papás para las consultas”, explicó.

Adelantó que en este caso la agrupación busca agilizar los trámites médicos de los pequeños y sus familias, para que puedan ser tomados en cuenta como un todo y en conjunto con todas las agrupaciones de la localidad.

Trabajo focalizado

Apuntó Alfaro que si bien saben que en la comuna y en la provincia del Limarí hay muchos niños con necesidades de atención especial, entienden que deben trabajar con una cantidad controlable de miembros, por lo que esperan mantenerse en un número estable que no supere los cuarenta agremiados.

Actualmente trabajan con niños desde los tres hasta los 14 años de edad, con distintos niveles de atención dentro del espectro autista.

 “Obvio que quisiéramos trabajar para más niños, pero si tenemos a treinta en una agrupación recibiendo terapias y participando en actividades recreativas, necesitamos que reciban las atenciones de buena manera, de forma focalizada y casi personalizada, lo que es mejor a tener 80 niños en una agrupación pero que no tengan la posibilidad de recibir una buena atención. Por eso sería más recomendable abrir varias organizaciones con número de miembros más ajustado a las necesidades”, recomendó.

El gran sueño

Como uno de los grandes objetivos de Familias Azules está el hecho de lograr un espacio físico propio en el que los niños puedan recibir terapias y realizar reuniones y actividades diversas.

“Nosotros estamos visualizando el proyecto y estamos desde ya trabajando en una propuesta, en la que podamos solicitar un terreno en comodato para levantar una sede que le sirva a las cinco agrupaciones que estamos trabajando de manera enlazada”.

Adelantó que recientemente se envió una carta a la municipalidad de Ovalle, solicitando un terreno en la zona de La Costanera.

“La idea es poder construir una gran sede en la que cada una de las cinco agrupaciones sociales pueda tener su espacio propio, para sus labores administrativas, pero también contar con áreas comunes de actividades y terapias. El objetivo es que si una de las agrupaciones se gana un proyecto para la compra de materiales, por ejemplo, los materiales los puedan utilizar igualmente las cinco agrupaciones. Si otra se gana un proyecto de actividades, entonces todas puedan participar de las actividades”, destacó.

Advirtió que trabajando en ese tipo de simbiosis, todas las organizaciones ganarían con los proyectos de las demás.

“Al final seríamos una gran familia en la que los niños pueden usar los implementos de manera conjunta. Nuestro sueño es que el complejo tenga gimnasio, piscina, canchas deportivas, salones de actividades, de reuniones, en la que los niños puedan compartir y aprender, estos son nuestros sueños”, puntualizó la dirigente social.

Apoyo

La publicación es parte de un proyecto fi­nanciado por el Fondo de Medios del Gobierno de Chile y el Consejo Regional. "Exitosas experiencias de inclusión social y laboral en la provincia del Limarí” Es un aporte de diario El Ovallino en conjunto con la Agencia m+d

 

 

 

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