La actividad ecológica se llevó a cabo en un microbasural de Potrerillos Bajo.
La iniciativa espontánea de un grupo de pequeños scouts se convirtió en un importante ejemplo de lo crucial que es la preocupación por la ecología en nuestra comuna.
El pasado fin de semana cerca de 20 lobatos (niños de entre 7 y 9 años) de la unidad Manada “Cutral Kelu” del grupo de scout del Colegio Santa María habrían recogido casi una tonelada de desperdicios desde la ribera del río Limarí durante una intervención ecológica que ellos mismos idearon.
Vicente Palomino, profesor de la unidad, dijo, “esta actividad es muy simpática porque esto salió de ellos, de iniciativa propia hace unos meses. Democráticamente armamos el cronograma de actividades, y dentro de ellas salió el tema de hacer limpieza de ríos”.
Una vez que se tuvo esa idea hicieron un calendario y le dieron forma al evento, encontrando aliados en el camino. “Acudimos a la gente amiga de la municipalidad, a la nueva oficina de ecología y ellos a su vez nos unieron con una ONG (Limarí Tinkuy) y con la Asociación de Recicladores de Ovalle”, agregó.
Finalmente el pasado sábado fue convocada la actividad ecológica. La jornada comenzó en el colegio con una charla previa con videos y mucha motivación. Después la delegación partió en una caravana hacia el río Limarí.
Palomino destaca que fue un trabajo colaborativo familiar, “fue importante porque también fue una actividad de padres e hijos”.Sin duda los hallazgos fueron bastante preocupantes para ellos, “encontramos cartón, botellas, papeles, latas, vidrios. Fue impactante esto, pero bastante enriquecedor porque es el ‘patio’ de nuestra casa, vivimos en una ciudad pequeña y el río lo tenemos al lado y no lo cuidamos, eso es un recurso natural que en algún momento puede no existir”.
La actividad además contó con la participación del colectivo de recicladores base Limarí Recicla y la ONG local Limarí Tinkuy, además del respaldo del Departamento Ambiental Comunal, recientemente en funcionamiento. “La gente de la municipalidad nos ayudó con un poco de equipo, nosotros conseguimos una donación de guantes”, añadió.
Desde la municipalidad, el balance de la jornada también fue positivo. Cristofer Flores, director de la nueva oficina medioambiental, destaca que “esta actividad apunta a uno de los principales objetivos que queremos lograr como departamento, que es lograr una comuna consciente y respetuosa con el medio ambiente. Y así se sumarán otras iniciativas que estamos desarrollando, tales como el centro de reciclaje y la creación de nuevas normativas para la comuna”.
“No puede concebirse una política ambiental pública que apunte al reciclaje a gran escala sin antes haber familiarizado a la población con ello”, apuntan desde Limarí Tinkuy, organización que tiene por objeto el desarrollo sustentable de la cuenca. Germán Arredondo, vocero de la ONG, abrió la invitación a ser parte del movimiento ecológico que se comienza a fraguar en Ovalle. “Hacemos un llamado a la comunidad a ponerse en contacto con nosotros para que, de forma democrática y participativa, comencemos a gestar iniciativas que promuevan una educación socioambiental acorde a los requerimientos de nuestra población”, declaró Arredondo.
Por su lado Palomino recalcó que más que intimidar a los niños, este problema sembró en ellos un nuevo desafío. “Fue muy importante e interesante el hecho de que ellos vieran la situación. El camino para llegar al río, es otro cuento; está lleno de basura. Llegar al río puede ser muy bonito pero esa experiencia fue impactante; impactó a los niños. Lo mejor de eso fue que no tuvieron miedo, sino que al contrario, trabajaron mucho más y al final el resultado de verdad fue muy grande. Fue una intervención interesante y motivadora”.
El grupo de scouts además plantó 10 árboles para dejar una huella de su memorable paso por el lugar.
