Por Viviana Badilla Vargas
Sin duda alguna, la pandemia del coronavirus ha traído consigo un mar de precariedades en la económica chilena. Y es que son miles las personas a las cuales se les ha reducido el sueldo o en el peor de los casos han sido despedidas de sus trabajos, dando como resultado, el que no puedan costear sus necesidades básicas para poder subsistir.
Es por esta razón que a lo largo de Chile, han surgido ayudas colectivas en pro de las personas que se han visto con mayores problemas económicos en estos últimos meses. Un claro ejemplo de esto, son las cajas solidarias que son entregadas por grupos que gestionan la coordinación del traspaso de alimentos no perecibles en diferentes sectores de una comuna.
Tal es el caso de la localidad de Punitaqui, en la cual surgió la agrupación feminista AmancayNina, la que nació para el estallido social en el pasado mes de octubre, y que con el paso del tiempo logró posicionarse y congregar a más de 70 integrantes, quienes en esto momentos se encuentran realizando acciones benéficas para las personas más afectadas por la pandemia del coronavirus.
“El nombre de la agrupación proviene del diaguita, que significa corazón y fuego. Llevamos cinco meses realizando actividades, si bien no estamos en la formalidad de términos legales, no hemos parado de trabajar. Tenemos el apoyo de muchas familias y la comunidad en general y esos nos dan mucha energía y entusiasmo para seguir avanzando”, comentó Génesis Valdes, presidenta de la agrupación.
En un comienzo este grupo de mujeres se desempeñaban en la realización de talleres de educación civil, mándalas y capuchas, lo que dio como resultado un equipo de trabajo en donde el compartir ideas, experiencias y vivencias, afiató a todas estas mujeres, convirtiéndolas en una verdadera hermandad.
“Con la pandemia entendimos que también somos una herramienta a disposición por y para la comuna. Así nació la red solidaria, que está conformada por nuestras mismas integrantes de AmancayNina como Camila Rojas, Vanesa torrejon, Roxana Santana, Jessica Chirino, Helen Guerrero, María Belén, Caro lizama, Cata Gallardo y Consuelo, por nombrar a algunas de nuestras colaboradoras, porque son demasiada y muy comprometidas”, aseguró Genesis.
Asimismo, y debido a la situación actual del país, surgió la necesidad de ayudar a su propia comunidad, la cual se ha visto seriamente afectada por la crisis sanitaria y económica que se encuentra instalada en todos los sectores. Del mismo modo, en que apoyan a la ciudadanía punitaquina, también la cuidan, ya que se encargan de seguir todas las normas de distanciamiento social.
“Solicitamos alimentos no perecibles y armamos cajitas que incluyen útiles de aseo, las cuales se entregan según la necesidad del territorio. También contamos con la red de apoyo para VIF (violencia intrafamiliar), tenemos profesionales que ayudan con el registro social de hogares, para diferentes situaciones. Y por la pandemia estamos trabajamos 2 a 3 veces a la semana, un día de armamos cajas y otro día las entregamos. Usamos mascarillas y alcohol gel, toallitas de cloro y desinfectamos todas las donaciones. Pedimos a los benefactores, o sea a la misma gente que nos colabora que tomen medidas como sanitizar su ayuda”, enfatizó.
En conclusión, estas mujeres tienen un deseo, un deseo que abarca más de un objetivo, y es que las cosas cambien para lograr una sociedad más justa y equitativa.
“Personalmente siento que las medidas del gobierno son ineficientes y no hacen más que dejarnos con sed de cambios. Con sería maravilloso que nos volvamos más humanos, más de piel, dejar de vivir nuestro metro cuadrado, involucrarnos, solidarizar en todo sentido, y que nunca más haya un; Sin Nosotras”, finalizó.
