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El Ovallino
El actual estado de excepción estará vigente hasta el 30 de septiembre y desde el gobierno barajan la posibilidad de no extenderlo. Esta medida es apoyada por el rubro del comercio, el cual espera resurgir de la mano de mayores libertades, pero también mayor responsabilidad.

Por Luciano Alday Villalobos / Ovalle

 

Por más de 550 días Chile se ha mantenido bajo el toque de queda, desde que la medida fue tomada por el gobierno el 22 de marzo del año pasado para hacer frente a la pandemia. El próximo jueves 30 de septiembre culmina el actual estado de excepción, el cual ha sido extendido en reiteradas ocasiones.

Tras la prolongada baja en el número de contagiados el gobierno baraja la posibilidad de no volver a extender esta medida, por lo que más de un año con toque de queda podría llegar a su fin.

Esta inminente situación mantiene expectantes a los comerciantes, quienes ven con buenos ojos el tener mayores libertades que le permitan avanzar en el retorno a la normalidad de sus funciones.

“Es lógico que en la medida que ha habido mayores libertades el comercio ha levantado, actualmente los que cerramos a las seis de la tarde hemos funcionado más o menos normal, pero la gente de cafés, bares, pubs y muchos otros no. Yo pienso que no es una mala medida terminar el toque de queda, será bueno para que el comercio pueda funcionar cada vez mejor”, señaló para comenzar el presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle, Washington Altamirano.

Desde Combarbalá también se suman a esta expectativa por el inminente fin del estado de excepción, lo que significaría un alivio para el rubro, “nosotros estamos casi seguro que se va levantar el toque de queda, todo lo que es restaurantes, botillerías y pubs han estado esperando este momento, ellos estuvieron prácticamente todo un año sin trabajar, así que será muy positivo”, manifestó el presidente de la Cámara de Comercio de Combarbalá, Carlos Olivares.

Altamirano explica que si bien, el retraso de las 22:00 hrs a la media noche aplicado en la región hace casi dos meses ayudó a algunos comerciantes, de todas maneras la limitante vigente provoca un cierre anticipado de los negocios, “con el fin del toque de queda los locales podrían funcionar hasta las una o dos de la mañana, hoy en día muchos locales tienen que cerrar a las 10 de la noche porque la gente tiene que alcanzar a retirarse a sus hogares antes de las 12, entonces de todas maneras que sería una buena medida para que la gente pueda trabajar con un poco más de normalidad”, apuntó.

Pero no todo es felicidad, el comerciante ovallino aclara que tardará un tiempo más en que su rubro pueda sacar cuentas alegres, “hay mucha gente que está endeudada, entonces necesitamos que la gente pueda salir y consumir. El comercio se va a reactivar para que los comerciantes puedan empezar a pagar sus deudas, acá no habrá utilidades, porque se carga una mochila de deudas muy grande”, enfatizó.

Mientras que Carlos Olivares agrega que esta medida será “un arma de doble filo” para el rubro, ya que “se van a perder todos los beneficios del gobierno y eso también es preocupante, se va perder esa ayuda para la gente, ya no llegará ayuda como los bonos”, aunque de todas maneras declara que el fin de toque de queda traerá consigo más consecuencias positivas que negativas, “en general se está esperando que haya más libertades, todos estamos expectantes por eso”.

 

Mayor libertad y responsabilidad

 

A la espera de la confirmación del fin del toque de queda, el presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle hace un llamado a los comerciantes y clientes a seguir respetando las normas sanitarias para no volver a pasar por las restricciones vividas en el último año.

“Yo sé que la obligación nuestra es seguir cuidándonos, es responsabilidad de cada uno de nosotros, hay que seguir los protocolos para que no vuelva a crecer el tema de la pandemia, si no respetamos el autocuidado vamos a caer nuevamente en estado de excepción”, declaró Washington Altamirano.

Mientras que Carlos Olivares, presidente de la Cámara de Comercio de Combarbalá, abordó la preparación que han tenido sus asociados en la comuna, “los comerciantes se han estado preparando con todos los protocolos habidos y por haber, se han marcado las separaciones, se ha definido las personas a cargo de pedir los pases de movilidad, se ha hecho la sanitización de las mesas, en ese sentido está todo preparado”, apuntó.

 

Cuentas post celebraciones

 

Las fiestas patrias dejaron resultados dispares para los comerciantes de la provincia. Por una parte, en Ovalle lograron sumar ingresos similares a años pre pandémicos, “la gente que trabaja en venta de comida y tragos les fue bien, pero también hubo una baja en otros comercios, como las ferreterías, eso ocurre siempre, cuando se acercan las fiestas patrias o la pascua la gente deja de lado otras cosas por preparar la celebración, pero en general a todos les ha ido mejor”, explicó Washington Altamirano.

Mientras que por otro lado, en Combarbalá no se cumplieron con las expectativas, por lo que ven en el término del toque de queda una nueva oportunidad para resurgir, “pensamos que el fin de semana iba ser explosivo, pero al final no fue así, fue como un fin de semana normal, un poquito más movido nada más, acá la gente optó por irse para el campo, no hubo mucho turismo como esperábamos, llegó la mitad de la gente que pensábamos. Lo que pasa es que en fiestas patrias normalmente la gente de los alrededores viene al centro de Combarbalá a divertirse, pero como había toque de queda la gente prefirió no venir y quedarse en los campos, por eso esperamos mayores libertades para que la gente pueda venir”, concluyó el presidente de la Cámara de Comercio de Combarbalá, Carlos Olivares.

 

 

 

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