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Las agrupaciones ciudadanas explican cómo deben armarse de paciencia y esperar por los tiempos de las instituciones oficiales. Son desde la idea inicial hasta la recepción de la llave de la casa propia pueden pasar hasta dos décadas. Algunos comités cuentan hasta con cicatrices de estafas colectivas

Los más avanzados están esperando una firma o una instalación eléctrica para poder mudarse, otros han completado una buena cantidad de requisitos pero deben esperar una apertura de postulación que puede tardar meses, mientras que un tercer grupo apenas está reuniendo firmas y recaudos a sabiendas de que están iniciando un proceso podría tardar entre ocho y doce años. Es la realidad de los comités procasa de la comuna de Monte Patria, quienes no bajan los brazos ante el anhelo de contar con una casa propia.

La presidenta del comité procasa Eben Ezer, Erica Araya, explicó a El Ovallino que su organización tiene al menos diez años trabajando para alcanzar la casa propia para al menos 90 familias de la comuna, aunque reconoció que parte del problema ha sido interno, al tener que cambiar hasta en tres ocasiones la directiva de la agrupación, lo que les habría hecho perder tiempo en varios trámites.

“No teníamos entidad patrocinante, pero cuando yo tomé la directiva, hace unos dos años, logramos que la Municipalidad patrocinara el proyecto, así que fue una gran ayuda para avanzar bastante. Ahora estamos esperando que Serviu nos apoye y que en marzo podamos postular y salir adelante el próximo año con el tema de las casas o departamentos que estamos gestionando”.

Refirió que una vez entregadas las carpetas de los socios, esperan que el proceso de postulación pueda ser más expedito y que no tarde años en su revisión.

“Ya nosotros tenemos parte de un terreno frente a la población Nueva Esperanza, con factibilidad de agua y de electricidad. Estamos buscando la empresa a través del Municipio, aunque ya estamos en conversación con una”, comentó Araya.

Destacó que el inicio de la construcción todavía estaría lejano, ya que tienen que sortear varios filtros en cuanto a la revisión de documentos familiares y colectivos.

Lenta espera

Por su parte Verónica Olivares, presidenta del comité procasa El Porvenir 1, señala que su agrupación, con 13 de creada, ya cuenta con contrato con una constructora, y que ya ingresaron un proyecto que incluso fue revisado y subsanado en sus inconsistencias, avalado por la Dirección de Obras de la municipalidad y entregado al Serviu.

“Estamos esperando que se abran espacios para poder entrar a una postulación, es decir que se abran los subsidios colectivos para poder postular con los 158 socios que integran la agrupación. Es un comité que viene pasando por una situación bastante compleja, ya que incluso sufrimos una gran estafa en el año 2012, cuando quienes dirigían la organización se llevaron el dinero que se había recaudado para la compra de un terreno”, recordó Olivares.

Señaló que tienen el terreno, ubicado en  el sector de Huana, frente a Monte Patria, que involucraría además áreas verdes y juegos infantiles.

“Si deciden abrir las postulaciones en junio o después, no nos queda otra opción que esperar. Así tengamos todos los requisitos cumplidos. Luego vendría la evaluación del puntaje, los ahorros. Pero tenemos la expectativa de que en la próxima postulación nos podamos adjudicar el subsidio. Pero ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer para tener los requisitos, ahora nos queda esperar por varios meses por un proceso administrativo”.

Dos décadas por una llamada

En tanto la presidenta del comité procasa El Coipo, Judy Carvajal, explicó que en su caso tienen 20 años desde que un grupo de familias se trazó como meta una casa propia.

“Ya las casas están construidas pero estamos esperando un último trámite. Está lista la planta de tratamiento, ya se instaló el empalme eléctrico, pero falta instalar la conexión a cada casa, y también conectar el empalme para hacer funcionar la planta de tratamiento”, destacó Carvajal.

Adelantó que en el transcurso de esta o la otra semana podrían recibir la llamada para la cual han trabajado en las últimas dos décadas: en la que les dirán que van a recibir la llave de una de las 23 casas del proyecto.

“Nuestros hijos que eran chicos cuando comenzamos y ya son papás que necesitan también otra vivienda”, destacó la dirigente, señalando que el trabajo contempla la pavimentación y la planta de tratamiento, pero no una sede comunitaria, aunque sí quedó el espacio disponible para que luego los vecinos gestionen luego su construcción.

 

 

 

 

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Diario El Ovallino