• Se considera trabajo infantil toda actividad laboral remunerada o no realizada por niñas o niños menores de 15 años, que entorpezca su proceso educativo regular o afecte su salud o desarrollo integral.
Este 12 de junio se conmemora en todo el mundo el día contra el trabajo infantil

Es común ver en pleno siglo XXI a niños, niñas y adolescentes trabajando, ya sea “ayudando” a sus padres en los negocios familiares o en el campo o bien realizando una actividad económica para aportar al ingreso familiar. Es una realidad que para muchos pasa desapercibida o incluso es vista como normal.

Lo cierto es que el trabajo infantil, en todas sus dimensiones priva a los niños y adolescentes de vivir una infancia plena y en muchos casos afecta su educación y salud.

Las cifras indican que el 11% de los niños, niñas y adolescentes en el mundo trabajan (OIT, 2013), lo que equivale a 168 millones. En América Latina y el Caribe esa cifra alcanza al 8,8% de trabajo infantil, es decir, unos 12,5 millones de niños, niñas y adolescentes. Por su parte, Chile posee una de las cifras más bajas de trabajo infantil llegando al 6,6%, lo que equivale a unos 219.614 según la Encuesta de Actividades Económicas de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA, 2012).

Las cifras hablan por sí mismas y en Chile del total de niños que trabajan el 90% lo hace en labores peligrosas, es decir que los expone a riesgos y deterioran su salud física, moral y/o psicológica.

En la región de Coquimbo y especialmente en Limarí, los niños trabajadores se encuentran en el área agrícola y el comercio, así lo señala Matías Villalobos, Secretario Regional Ministerial del Trabajo.

“Es un hecho  que en la época de verano muchos niños salen a trabajar en lo que son los trabajos de temporada o bien no salen a trabajar pero si acompañan a sus padres o madres y finalmente ese acompañamiento llega a que el niño termina realizando trabajos”, manifestó Villalobos agregando que “se ve trabajo infantil en el sector agrícola, también se ve en sector turismo, niños vendiendo jugos por ejemplo y eso es trabajo infantil también”.

En la macro zona norte de Chile el 5,2% de los niños trabajan y si bien es la cifra más baja a nivel nacional el compromiso es que el 2025 ningún niño, niña o adolescente trabaje, menos aún en un área peligrosa.

Para Verónica Zarate, directora regional del Servicio Nacional de Menores (Sename) “el día contra el trabajo infantil nos invita a reflexionar acerca de la sociedad que queremos para nuestros niños, niñas y adolescentes”.

“En Chile los niños siguen expuestos a vulneraciones de derechos, siendo una de ellas el trabajo infantil, el cual tiene consecuencias y efectos negativos en el desarrollo físico y emocional. Es por ello que debemos convertirnos en garantes de sus derechos, con acciones que permitan que niños y niñas tengan las condiciones para un desarrollo pleno”, explica Zarate, añadiendo que “en nuestra región, el trabajo infantil se visibiliza cuando encontramos, por ejemplo, a niños realizando actividades agrícolas o   actividades domésticas no remuneradas, no siendo estas acorde a su etapa de desarrollo, asumiendo responsabilidades para las cuales no están preparados”.

ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL

Uno de los compromisos asumidos por el gobierno es erradicar el trabajo infantil de aquí al 2025, para ello diferentes servicios vinculados a la infancia trabajan constantemente para, primero visibilizar esta realidad y en segundo lugar, crear conciencia al respecto.

“Nuestros niños tienen el derecho de estar en las salas de clases, de estudiar y no de estar trabajando. Como sociedad es importante que visibilicemos el tema y que los adultos tomemos conciencia sobre esto, porque muchas veces los adultos vemos niños que están trabajando y lo vemos como algo normal”, indicó el seremi del trabajo, indicando que se están haciendo gestiones para erradicar el trabajo infantil.

“Haremos muchas actividades de difusión para la toma de conciencia, entregaremos mucha información a la ciudadanía, en los colegios también vamos a ir trabajando para ir generando poco a poco cambios culturales para ir erradicando el tema, porque también no es un tema fácil hay que fiscalizarlo. Tenemos que generar un cambio cultural para que todos tomemos conciencia de la importancia de erradicar el trabajo infantil”, expuso Matías Villalobos.

El compromiso adoptado por el Gobierno es ser el primer país en Latinoamérica en erradicar esta problemática. Para ello a lo largo de todo el país están operando los Comités Regionales de Erradicación del Trabajo Infantil y Protección al Trabajador Adolescente, que son instancias de coordinación, liderado por la SEREMI del Trabajo y Previsión Social, y en el que participan activamente instituciones públicas y organizaciones sin fines de lucro.

Durante las dos últimas décadas, Chile ha avanzado en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes que viven en el país. Se suscribió la Convención sobre los Derechos del Niño, se extendió la obligatoriedad y gratuidad de la educación por 12 años, se firmaron convenios con organismos internacionales para la protección de sus derechos y se ha avanzado en la erradicación del trabajo infantil, lo que queda demostrado al ser, en la actualidad el país de América Latina que tiene menos niños y niñas que realizan trabajo infantil.

 

PELIGROS DEL TRABAJO INFANTIL

Las consecuencias del trabajo infantil son variadas, siendo una de las principales que los niños que trabajan dejan de hacer otras actividades acordes a su edad y en muchos casos afecta en forma negativa su desempeño escolar, produciendo incluso la deserción del sistema educativo.

El mayor porcentaje de los niños que trabajan son pobres, no tienen buenos resultados académicos y nueve de cada diez realizan algún tipo de trabajo que afecta su desarrollo físico, mental y moral o, peor aún, vulnera su derecho a la protección, a la educación y a tener tiempos de ocio y esparcimiento.

 

“Nuestros niños son el principal patrimonio que tenemos como país por lo tanto debemos cuidarlos, debemos protegerlos, el futuro de los niños no es mañana es hoy, por lo tanto tenemos que trabajar para ellos, tenemos que cuidarlos”, indicó Villalobos.

Verónica Zarate por su parte coincide en la necesidad de proteger la infancia. “Cada uno de nosotros debemos ser garantes, en la comunidad, de los derechos de los niños y prevenir las vulneraciones, denunciarlas o pedir ayuda para terminar con ellas. En caso de ver situaciones de trabajo infantil, cualquier puede acercarse a la Oficina de Protección de Derechos (OPD) de la comuna y poner en conocimiento de los equipos estas situaciones, para que tanto el niño como su familia reciban el apoyo necesario y generemos una red que los proteja y se comprometa con su crecimiento pleno y feliz”.

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