Las esencias florales ayudan a sanar emocional y físicamente.
Dentro del amplio abanico que ofrece la medicina alternativa destaca la terapia con flores. “Es el uso de esencias de distintas flores para armonizar y que la personas pueda sanarse emocional y físicamente. Yo por ejemplo, utilizo principalmente dos sistemas, la más conocidas son las Flores de Bach, que está compuesto por 38 remedios, cada uno de los cuales está elaborado a base de una flor que le confiere sus propiedades, y Almascencia CEL, que son neurotransmisores cuánticos desarrollados por Gabriela Riveros Escobar, las que colaboran en equilibrar las desarmonías neuroquímicas actuando como si fueran neurotransmisores y hormonas”, explica Marlenne Pizarro Araya, terapeuta floral, gemoterapeuta, sahumadora, y artesana.
Una de las diferencias significativas con la medicina tradicional es que la terapia floral no se dedica a aliviar síntomas de una enfermedad, sino que por el contrario, “es posible llegar a la raíz de cualquier problema, por muy escondido que esté en nuestro inconsciente, para así lograr una evolución personal y una mejor calidad de vida”.
Pizarro asegura que el rol del terapeuta es muy importante durante el tratamiento, “es absolutamente necesario asistir a una terapia, para que un terapeuta calificado ayude a descubrir eso que nos va enfermando, y recetar una o una mezcla de esencias únicas para cada persona. Es el terapeuta quien acompaña al consultante en la terapia y lo va conectando con la emoción y con su propio sanador interno, con la situación o hecho que desencadenó el desequilibrio emocional por el que está consultando o por alguno más atrás que está suplido por el inconsciente”.
La terapeuta añade que este tratamiento no tiene ningún tipo de restricciones, ni de edad, ni de género, “he atendido todo tipo de personas, aunque el promedio los pacientes que más acuden a mí son mujeres y niños, donde sus papás buscan soluciones para superar o controlar la hiperactividad, impulsividad y problemas de aprendizaje de sus hijo”.
DINÁMICA
Las flores fueron descubiertas por el doctor británico Edward Bach (fallecido el año 1936). Se clasifican en 7 grupos de esencias: “esencias para los que sienten temor”, “remedios para aquellos que sufren incertidumbre”, “falta de interés por las presentes circunstancias”, “remedios para la soledad”, “remedios para los que sufren la hipersensibilidad a influencias e ideas”, “remedios para el desaliento o la desesperación” y “remedios para los que se preocupan en exceso por el bienestar de los demás”.
En relación al siguiente paso tras el diagnóstico, Pizarro detalla, “se realiza un preparado con una o más gotitas mezcladas con agua, según lo que se quiera trabajar, se da la toma cuántas gotas y cuántas veces al día y luego el consultante las toma sublinguales”.
Las flores no tienen ni contraindicación ni efectos secundarios, sin embargo, en ocasiones, “si el consultante arrastra mucha carga emocional, sobre todo durante mucho tiempo, puede provocar algo que los terapeutas llamamos ‘crisis curativa’, que es soltar las emociones almacenadas de forma catártica”, asevera.
