De izquierda a derecha; Felipe Guerrero, Carla Quiroz, Javiera Pinto, profesor Patricio Gallardo, Javier Oyarce, Jaime Pizarro, Maximiliano Atria y Juan Carvajal. Crédito: Kamila M.
Javiera Pinto (17) y Javier Oyarce (21) obtuvieron 813 puntos en la PSU de Matemática. Crédito: Kamila M.
Felipe Guerrero, estudiante oriundo de Punitaqui, obtuvo 675 puntos. Postulará a Ingeniería Comercial. Crédito: Kamila M.
Un satisfactorio balance realiza el Centro de Formación Matemática Patricio Gallardo Rivera tras conocer los resultados PSU de sus alumnos. Este año fueron 33 los estudiantes que se matricularon en el recinto para alcanzar sus metas en la, a veces tan temida, prueba de selección universitaria.
“En realidad estoy más que contento con cómo está funcionando el centro, no solamente en términos de PSU, sino que en términos generales, considerando que tengo talleres de desarrollo de habilidades y destrezas desde primero medio hasta tercero, y en cuarto medio me centro en lo que es la Prueba de Selección Universitaria”, comentó el director del recinto, el destacado profesor Patricio Gallardo Rivera.
En cuanto a los positivos resultados de los estudiantes, el profesional aseguró que se trata de un enorme desafío personal, “por tratar de satisfacer las expectativas que los chicos tienen”, en la misma línea añade, “creo que todos nosotros cuando somos alumnos confiamos en que nuestros profesores nos van a ayudar a alcanzar nuestros sueños y ese es el mayor desafío que tenemos nosotros los docentes”.
Lo que valora es que en el centro formativo los estudiantes pueden alcanzar un óptimo desempeño, a pesar de que en ocasiones, se habían dado por vencidos con esa disciplina. “Hay chicos que llegan con muchas dificultades en la asignatura, poco menos que negándose y creyendo que matemática para ellos es imposible, pero de repente empiezan a ver que no es tan complejo y que es posible, que sólo fue un tema de que no tuvieron la oportunidad de que alguien les mostrase una matemática amigable sin dejar de ser rigurosa”.
Otro punto relevante es que además el trabajo en el establecimiento repercute positivamente en el desempeño de los estudiantes, “empiezan a mejorar sus promedios colegiales y en otras asignaturas”.
Testimonios
Carolina Muñoz (18) egresó este año del Colegio Amalia Errázuriz. En la prueba de matemática obtuvo 775 puntos. Su sueño es ingresar a estudiar Medicina. “Me fue muy bien en esa prueba, cumplí el objetivo”, declaró.
Sobre cómo influyó en su resultado el centro de formación, contó, “el señor Gallardo lo que nos hace es hacer ejercitaciones y eso es lo que uno necesita para la PSU; ejercicio, ejercicio y más ejercicio. Nos pasaba guías que había que terminar en una semana, eso igual incentivaba mucho el estudio”.
“Recomiendo el centro. Si uno tiene una duda el señor Gallardo la aclara, es muy simpático y le gusta tener orden y todo metódico y no atrasar mucho las materias”, indicó.
Javiera Pinto (17), egresada del Colegio Amalia Errázuriz, alcanzó 813 puntos. Quiere entrar a estudiar Ingeniería Civil en el plan común en la Universidad de Chile o en la Universidad Técnica Federico Santa María en Valparaíso. “Todos estaban felices, en mi familia no pensaban que me iba a ir tan bien”, expresó.
Frente al estudio que tuvo en el centro formativo, aseguró, “vengo desde segundo medio preparándome aquí”. De acuerdo a sus palabras la clave para una buena PSU es, “la constancia y estudiar todos los días, no de vez en cuando ni sólo en ensayos”.
Javier Oyarce (21) es otro de los puntajes destacados, ya que obtuvo 813 puntos. Tras cursar la carrera de Ingeniería se decidió a rendir la prueba nuevamente para ingresar a Pedagogía en Matemática.
El joven señaló que se había formado con el profesor Patricio Gallardo en el Colegio Amalia Errázuriz y una vez que se enteró de la apertura de este centro educativo, decidió prepararse ahí.
Otro de los casos que destacó fue el de Felipe Guerrero (17), alumno que egresó del Liceo Alberto Gallardo Lorca en Punitaqui y obtuvo 675 puntos en matemática.
Este futuro ingeniero comercial declaró, “todo se emocionaron, voy a ser el primero de mi familia en entrar a la universidad “.
El trabajo que tuvo desarrollar al estudiar en el centro formativo no fue menor, pero rindió sus frutos. “La primera vez que hice un ensayo en marzo saqué 400 puntos, entonces subí casi 300 puntos, fue harto. Tuve que viajar todas las semanas para estudiar acá”.
¿La receta para un buen puntaje?, Guerrero afirmó, “tener disciplina, constancia y siempre tener la esperanza que se puede superar todo”.
