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El trabajo de reciclaje de aguas grises desarrollado por los estudiantes del establecimiento y encabezado por la fundación Un Alto en el Desierto, comienza en su segunda etapa con la instalación de un filtro profesional que cumple con la normativa nacional de reutilización de aguas.

Frente a la problemática que existe ante el cambio climático y escasez hídrica de la región, los estudiantes de la Escuela de El Guindo hace cuatro años que pusieron en marca la idea de reciclar aguas grises y así regar la vegetación de su entorno mediante este proyecto.

Hoy ya es realidad y el compromiso  avanza a pasos agigantados gracias a la colaboración de la Fundación un Alto en El Desierto, los cuales han guiado y apoyado al establecimiento durante los cuatro años de trabajo en la cosecha de agua y diversos temas medioambientales.

Durante esta semana, comenzó una nueva etapa del trabajo colaborativo en el cual inició con la instalación de un filtro profesional para el tratamiento de aguas que mantiene el establecimiento. Instrumento que logra cumplir con la nueva normativa de reutilización de aguas grises establecido por el ministerio de Medio Ambiente.

La profesora de Ciencias Naturales y quien encabeza el trabajo de cosecha de aguas, Gisela Jaime, indicó que este nuevo dispositivo, “es mucho mejor del que teníamos anteriormente. Es un filtro con mucha más tecnología, por lo tanto la calidad del agua reciclada también va a hacer mucho mejor. Vamos a tener una mejor agua para poder regar nuestras especies que hemos forestado”.

Ante el aprendizaje y la importancia de esta obra para la escuela, la estudiante de 8vo básico, Denise Cortés, quien fue reconocida por su participación desde los inicios del proyecto, siendo una de las precursoras del estudio, señaló que esta iniciativa, “nos sirve para tomar conciencia de que el planeta necesita más agua, que no hay que botarla como ocurre en otros casos. Espero que con el filtro mejore todo en la escuela”.

Por otro lado, Natalia Rebolledo Robert, directora ejecutiva de la Fundación un Alto en El Desierto, destacó la labor y su evolución que ha tenido el establecimiento como parte de la red de escuelas que mantiene la entidad. “Hace cuatro años comenzamos reciclado agua de los lavamos manos, pero con un filtro artesanal. En ese tiempo no había normativa para reciclar aguas grises, después con el trabajo que fuimos haciendo con esta escuela y la red de la fundación, participamos en la discusión de aguas grises, que salió publicada en año pasado desde el congreso”, sostuvo.

Tras esa participación Rebolledo agregó que, “eso nos permitió tener las luces para poder con esa norma generar este filtro que hoy tenemos y que cumpla con la normativa nacional para la reutilización de aguas grises”.

En tanto, el director de la escuela El Guindo, Patricio Bórquez, valoró los aprendizajes que han obtenido no solo los niños en materia de cuidado al medioambiente, sino que también la participación de los apoderados y comunidad, “gracias a todo este equipo -que empezó a funcionar y a trabajar-, el primer gran impacto fue en nuestros aprendizajes, que eso es valiosísimo. Con este proyecto se trabaja indirectamente de forma transversal. Hay que ir impactado directamente en los aprendizajes y más que eso, los niños tienen una visión de poder viajar, de exponer y ser capaces de enfrentarse, esa es una gran meta de vida”.

Cabe señalar que la Escuela El Guindo ha sido la única escuela de la comuna escogida por la fundación Un Alto en El Desierto, junto al Liceo Politécnico para participar del proyecto FIC, que consiste en la dotación de un nuevo sistema de Reciclaje de Aguas Grises y la creación de un dispositivo que permita filtrar de manera óptima las aguas recicladas –en este caso del establecimiento-, las cuales salen de los lavamos de la escuela.

 

 

 

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Diario El Ovallino