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Viviana Badilla
Marta Vega y Delfín Veliz, son un matrimonio de emprendedores que lleva más de 49 años juntos, siendo la principal fuente de ingreso su local gastronómico “Comida al paso”, el cual se ha visto afectado económicamente debido a la pandemia del coronavirus.

Por Viviana Badilla Vargas.

Complejo ha sido el panorama actual para la “perla del Limarí”, ya que los ciudadanos se han visto limitados de manera considerable en sus vidas cotidianas. Y es que, la crisis sanitaria  ha truncado diferentes aspectos que son de vital importancia para el bienestar de una familia clase media.

Razón por la cual, muchas personas se encuentran trabajando en sus emprendimientos familiares, para poder sacar resistir económicamente hasta final de mes.

Así es lo está viviendo la señora Yolanda Vega Ibarra (65 años), quien hace más de ocho años tiene su negocio que lleva por nombre “Comida Al Paso”- ubicado en Gustavo Olivares 724 en el Mirador III-  y en el cual realiza la preparación de todos los platos que son requeridos por su clientela, con la ayuda de su marido Delfín Veliz (74 años).  

“Me preocupo día a día tener todo fresco,  mi local se especializa en todo lo que es comida rápida; completos, papas fritas cacera, churrascos, pollos asados, chorrillanas, barros luco, entre otros alimentos”, comentó.

Sin embargo, el número de sus compradores ha disminuido considerablemente, ya que debido a los dictámenes del gobierno, el flujo de personas ha ido cayendo notablemente.

“La cantidad de gente que viene ahora es muy poca, en comparación con otros tiempos, donde teníamos una fiel clientela. Además, tengo que trabajar menos horas por el tema del toque de queda, por ende son mucho menos ingresos, abro a las 6 y tengo que cerrar antes de las 10 pm, antes abría a la misma hora pero cerraba a las 2 de la madrugada”, puntualizó.

Asimismo, doña Marta, ha tomado las medidas pertinentes con respecto al cuidado de sus clientes y el de ella, ya que el virus, se ha masificado de manera significativa en todos los sectores de la comuna.

“He tomado como reglamento de seguridad la mascarilla y guantes para trabajar. Antes las personas entraban al negocio y podían comer los productos dentro del local, ahora tuve que adaptar la reja, y atiendo con la reja cerrada por medio de un cuadradito que hay en estas, les paso los alimentos y cada vez que cierro desinfecto por todos lados e inclusive en la parte de afuera de la casa”, enfatizó.

Por otra parte, la vida persona se ha visto perjudicada de gran manera, ya que las cosas que antes parecían tan cotidianas, hoy son de gran peligro debido a la exposición al virus.

“En mi vida me ha afectado porque tengo que ir hacer las compras y ando con miedo por el tema del virus. Además, de no poder realizar las cosas que antes si podía. Sumándole a eso los bajos ingresos del local. Pero, tengo el anhelo de que pase todo esto lo más pronto posible por mi familia y por nuestro negocio”, finalizó Doña Marta.

 

 

 

 

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